La naranja de Sudáfrica o Egipto destrona a la de Castellón en los supermercados europeos
Las exportaciones de cítricos desde la provincia caen un 24% desde el 2015 mientras las de otros países aumentan un 13%
Durante décadas, la naranja producida en Castellón ha sido la reina absoluta en los supermercados de Francia, Alemania, Bélgica o los Países Bajos. Pero las cosas están empezando a cambiar. El abandono de tierras a consecuencia de la baja rentabilidad y unos árboles que peinan canas (hay una gran cantidad que superan los 25 años y, por lo tanto, tienen mucho menos rendimiento que los jóvenes) están provocando que la provincia encadene varios años consecutivos con la producción cuesta abajo. ¿La consecuencia? La exportación de naranjas y mandarinas made in Castellón a otros países de Europa va perdiendo fuelle poco a poco, mientras se dispara la de otros países.
Los últimos datos que maneja el Instituto de Comercio Exterior (Icex) son contundentes y reflejan a las claras el retroceso que están sufriendo los cítricos de la provincia en los mercados internacionales . En los últimos siete años, los envíos de naranjas desde Castellón a los países de la UE han caído nada menos que un 24%, al pasar de las 853.050 toneladas exportadas durante el 2015 a las 648.011 toneladas del año pasado.
Europa compra cada vez menos naranjas y mandarinas producidas en la Plana Baixa o el Baix Maestrat y, sin embargo, la presencia de fruta foránea es cada vez más importante. Dos datos bastan para comprobarlo. En 2015, la UE importó 1,6 millones de toneladas de cítricos, mientras que durante el 2022 la cantidad ascendió a 1,8 millones, es decir, un 13% más, según recogen las estadísti
cas del Ministerio de Agricultura. Y durante los cinco primeros meses de este año la tendencia ha sido la misma. Las importaciones de cítricos ascendieron a 751.782 toneladas, un 29% más que en el mismo periodo del 2022.
La naranja foránea se come a la de Castellón en los supermercados europeos y hay dos países que en los últimos años han disparado sus envíos. El primero es Sudáfrica, que ha pasado de las 241.893 toneladas durante la campaña 2104-2015 a las 429.571 de la temporada 2022-2023. Egipto también ha multiplicado sus exportaciones en muy pocos años y entre septiembre del 2022 y mayo de este mismo año ha comercializado 388.897 toneladas frente a las 127.399 de hace siete ejercicios.
COMPETENCIA DESLEAL // La presencia de cítricos de terceros países es cada vez más abultada y, además, exportan con condiciones muy ventajosas. Según datos de la Red de Alerta Rápida para los Productos Alimenticios y Piensos (RASFF), cada vez se detectan en los puertos europeos más cargamentos de naranjas procedentes de Egipto o Turquía con restos de pesticidas prohibidos en España. Y otro apunte más: solo en el mes de agosto se registraron once interceptaciones de partidas de cítricos sudafricanos infestados de Phyllosticta citricarpa, el nombre científico del hongo que causa la temida mancha negra.
La naranja española tiene que cumplir unos requisitos mucho más duros que la de otros países y las organizaciones agrarias que reclaman reciprocidad, un aumento de los controles en origen e incluso la suspensión de las importaciones desde Sudáfrica.