Dolor en Castellón por la muerte de Juan Lloria en un accidente de moto
«Era una maravilla de persona, tenía un carisma especial», afirma un amigo suyo «Estaba en su mejor momento profesional y personal», apuntan desde su entorno
La ciudad de Castelló está de luto. El motivo no es otro que la trágica muerte del polifacético Juan Lloria, una persona muy querida en todos y cada uno de los ámbitos de la vida por los que transitó… que no eran pocos. Fallecido la noche del domingo en un accidente de moto en la V-21 cuando regresaba de disfrutar de un espectáculo, en el término municipal de Albuixech, tras colisionar con una furgoneta, sus 51 años han estado muy bien aprovechados, como atestiguan varios de los amigos que han tenido a bien hablar con el periódico Mediterráneo para rendirle un merecido tributo.
«Era una persona que desprendía alegría, bondad y agradecimiento. Un amigo de los de verdad. Albinegro, madridista, flamencólogo, aficionado a los toros… de todo entendía mucho porque todo lo vivía con pasión». Así le recuerda Javier Brenes, que disfrutó de la compañía de Juan hace escasos días: «Iba a pedir una excedencia como conductor de autobús porque tenía muchos proyectos en marcha. Me presentó a su pareja y estaba ilusionadísimo con todo. Era muy cariñoso con todo el mundo. Estamos desolados».
Javier Brenes, buen amigo de Juan, lamentaba el infortunio del accidente sufrido: «Se acababa de comprar un coche que trajo de Alemania y, por desgracia, se compró también la moto, que estrenó la semana pasada y con la que falleció». El siniestro se produjo sobre las 22.50 horas en el kilómetro 11 de la autovía, en sentido a Barcelona, y obligó a cortar la carretera durante cinco horas.
UN ADIÓS PREMATURO En la misma línea se expresa otro amigo de Juan como es Jesús Morcillo, que le define de la siguiente manera: «Era una persona muy humana, muy sana, que ni bebía ni fumaba. Se acostaba pronto y se levantaba a las cinco para salir a correr». Al igual que Javier, Jesús destaca la cantidad de ideas que tenía en mente Lloria: «Quería vivir del flamenco y lo iba a conseguir. Estaba viajando muchísimo, ya representaba un importante tablao de Madrid, una bailaora que era una joya y le había salido un proyecto en Japón. No paraba», apostilla.
Juan Lloria, que destacó también en sus inicios profesionales como locutor en etapas en la Cope o en Onda Cero, era en opinión de otro amigo como Lázaro Trigueros «una persona entrañable, con una sensibilidad especial y una inteligencia emocional bárbara». Si
Ante una escultura de ‘Camarón, uno de sus ídolos.
gue Lázaro recordando a su amigo en estos términos: «Era el mejor flamencólogo que he conocido. Tenía una habilidad social y un verbo impresionantes. Era una maravilla de persona, divertido y con un sentido del humor excep
Estuvo vinculado al mundo de la comunicación provincial.
cional. Estoy todavía en shock».
Lázaro Trigueros apuntaba también que Juan Lloria era hijo único y «amaba a sus padres por encima de todas las cosas». El velatorio en memoria de Juan Lloria se llevará a cabo mañana miérco
les, a partir de las 10.00 horas, en el Tanatorio la Magdalena de Castelló, mientras que el funeral se realizará por la tarde, a las 17.00 horas, en la Concatedral Santa María de la capital de la Plana. Descanse en paz.