«Llevé la cinta verde 10 años»
La casualidad ha querido que 45 años después, el mañico Jesús se lleve de Castelló una nueva cinta verde conmemorativa de las fiestas de la Magdalena. Y es que su trayectoria laboral le vinculó hace décadas con la provincia de Castellón y fue entonces cuando le dieron una de las cintas tradicionales que todos portan durante la semana grande. Ya por entonces le explicaron que luego podía llevarla colgada en el espejo retrovisor del coche, como un bonito recuerdo, y así lo hizo durante diez años.
Jesús, maestro industrial, ahora ya jubilado, cuenta que ha venido desde Zaragoza para pasar unos tres o cuatro días de vacaciones con su mujer, para redescubrir de nuevo la ciudad.
En su momento, este aragonés se vino a trabajar por un tiempo a Castellón, donde se hospedaba, e iba a diario al distrito azulejero de la carretera de l’Alcora, donde participó en la construcción y montaje de las estructuras cerámicas de una nave del sector cerámico. Es en ese momento donde consigue su primera cinta festiva.
Más tarde, de nuevo, regresó pero de vacaciones, con tal mala suerte que perdió unas 45.000 pesetas de entonces, y «no había cajeros. Fue un auténtico desastre».
Y su tercer vínculo con la provincia se vuelve a dar por motivos de trabajo. «Volvimos y vivimos un largo tiempo en Xilxes, también para desplazarme desde allí a una obra», manifestó Jesús.
Y en este viaje más reciente, ya de turismo, «he redescubierto Castelló, 45 años más tarde. El cambio que ha dado es increíble, como pasa con otras muchas ciudades españolas». Y se lleva otra nueva cinta verde «que me han dado durante nuestra visita al Grau».
De los festejos de la Magdalena resalta que lo que ve más llamativo, desde fuera, es «lo normal, los trajes típicos, los bailes, la fiesta popular». «Me da curiosidad también saber cuántos habitantes tiene Castelló ahora y dónde se celebra la Romeria», concluye.
«Trabajé hace 45 años en la construcción de una nave cerámica. Y vuelvo en viaje de ocio»