Santiago Abascal visita el Museu del Bou en Burriana
El líder de Vox queda fascinado con las piezas de tan alto valor y es obsequiado con la réplica de una chaquetilla de Joselito
Muy pocos se pueden resistir al encanto y el privilegio de visitar un centro cultural de temática taurina único en el mundo como es el Museu del Bou de Burriana. Lo han hecho figuras del toreo y profesionales del mundo del toro, pero también personalidades relevantes que nada tienen que ver con la tauromaquia, como deportistas de élite, actores o políticos de gran relevancia, personajes de un sustancial peso social que se han sentido atraídos por lo mucho y bien que se habla de este espacio dedicado a la historia de la tauromaquia. Uno de ellos es el presidente de Vox, Santiago Abascal, que viajó de Madrid a Burriana este martes única y exclusivamente para ver en persona este Museu y satisfacer sus muchas inquietudes sobre una de sus grandes aficiones: el toreo.
Una visita que para Abascal es de suma importancia, pues hizo un paréntesis en su apretada agenda para acudir a la invitación de Satine y disfrutar de este espacio, del que tan bien le han hablado amigos íntimos como Morante de la Puebla, que ya paladeó anteriormente cada rincón como amante de la historia del toreo.
«¡Tienes que ir Santi, lo vas a disfrutar!», desveló ayer el líder de Vox que le confesó Morante cuando se enteró de sus intenciones por ver este museo. Pero Santiago sabía que no tenían que convencerlo de nada, estaba ansioso por poder sentir de cerca a uno de los toreros que admira por las muchas historias que le ha contado Morante, se trata de Joselito ‘El Gallo’. De ahí que quedara prendado de algunos de los vestidos que vistió este grandioso torero que permanecen expuestos en una de las salas.
Tal es la veneración hacia Joselito, que Morante pidió a Santiago la víspera de las elecciones de Andalucía que le acompañara «a visitar a alguien que no puede levantarse», y su sorpresa fue cuando lo llevó hasta los pies del Mausoleo que esculpió Benlliure y bajo el que yace el considerado como ‘Rey de los Toreros’. Se encomendaron a aquel Dios y, al día siguiente, en las urnas Vox salió por la puerta grande y se reivindicó como un partido de gran peso social. Para el recuerdo quedará también aquel brindis de Morante a Abascal con la montera original de Joselito. No era un brindis al sol, sino un respaldo incondicional hacia alguien que podía ocupar el cetro de la política como Gallito ocupó el del toreo.
CHAQUETILLA DE REGALO
Consciente de esta admiración, Satine regaló a Abascal la escultura número 1 que premia al triunfador de la Feria de la Magdalena y que es una reproducción exacta a escala, envejecida con óxido férrico, de una chaquetilla de Gallito expuesta en el
Museu. Abascal la recibió con admiración y agradecimiento, confesando que permanecerá en un buen rincón de su despacho. «Me siento honrado y muy agradecido por estar en este museo», apostilló.
La escultura número 1 que premia la mejor estocada de la Feria y que consiste en la reproducción del fundón de espadas de Manolete, fue entregada al vicepresidente primero de la Generalitat, Vicente Barrera, confeso admirador del ‘Monstruo de Córdoba’, tal y como le delataron de nuevo sus ojos ayer cuando volvió a ver, acompañando a Abascal, el juego de espadas de Manolete.
ORGULLO PATRIO
Vox es un partido político que apuesta por la tauromaquia y la defiende sin complejos. Eso es lo que ha enamorado a que muchos toreros sigan su doctrina, la del apoyo a las costumbres y tradiciones, al mundo rural y las ganaderías de bravo. Uno de ellos, el propio Vicente Barrera, que lleva con orgullo su condición de militante de Vox y haber sido torero. No falló ayer a la cita en Burriana, donde vio cogidas de la mano sus dos pasiones, el toreo y la política.
También Morante se entregó muchas veces a la causa de este partido y nunca dudó en prestarse para sus campañas. Una de ellas, junto a Abascal, tuvo lugar en la finca Matilla, propiedad de los Hnos. García Jiménez, empresarios de la plaza de toros de Castellón, donde se les ve a los dos dando de comer a los toros subidos en un tractor. Además, ha sido muy habitual ver a Morante con un 4L apoyando campañas de este partido. Un coche que bien podría estar expuesto en el Museu junto a otro vehículo de su misma época, una Vespa restaurada con los colores de la bandera española y de la que Abascal se quedó enamorado.
No solo de toros se habló. Abascal, que conocía de la importancia y repercusión de la Casa de Papá Noel, se interesó por descubrir todos sus detalles. La visita estuvo repleta de emociones y el líder de Vox no dejó de reflexionar sobre la idea de poner en valor una de las culturas y costumbres más enraizadas como señas de identidad, la tauromaquia. No faltaron los recuerdos a su padre, maletilla en tiempos en los que su Amurrio natal daba toros, enseñando las fotos con orgullo de aquellos tiempos en los que, siendo un niño, comenzó a aficionarse. Desveló, además, que en los mítines guarda en el bolsillo de su chaqueta como amuleto una medalla que le regaló Morante y un macho de Aguado.
Abascal, que disfrutó cada rincón del museo, se sentía como en casa. No en vano tiene alma de torero: debate de frente, tiene mano izquierda cuando hay que tenerla, se repone de volteretas, es constante en la búsqueda de un sueño… Y llena plazas, como los toreros.