El sesgo de género dificulta el diagnóstico en las mujeres
Más de 50 expertos denuncian la brecha entre sexos en materia de salud
La presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, apadrinó ayer la presentación del Libro Blanco Salud y Género, un amplio documento en el que colaboran más de 50 expertos del sector sanitario, desde médicos a enfermeras, pasando por pacientes, que trata en profundidad las dolencias y su relación con el género, así como el impacto en el diagnóstico y tratamiento de algunas de las enfermedades más comunes. Promovido por el Observatorio de Salud y Estudio de Comunicación, cuenta con el apoyo de 15 compañías del sector salud. «Muchas pacientes sanitarias mujeres están diciendo que hay que cambiar las cosas», indicó Armengol, quien abogó por la necesidad de profundizar en las brechas, también en materia de salud, entre hombres y mujeres. Porque de lo que trata el libro es de investigar por qué en algunas enfermedades hay infradiagnóstico entre las mujeres o por qué se les medica más.
Carina Escobar, presidenta la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, y Ana López Trenco, médica vocal del Foro Español de Pacientes, advierten: «En un ámbito en el que hay un severo problema es en el diagnóstico de las mujeres, o bien porque ellas, en su papel de cuidadoras, minimizan los síntomas y acuden más tarde, o bien porque los profesionales, por estar acostumbrados a que ciertas patologías sean más frecuentes en hombres, dificultan el diagnóstico con un sesgo de género. A su vez, las mujeres también están más medicalizadas que los hombres. Por tanto, resulta urgente garantizar la equidad de género con diferentes rutas asistenciales en aquellas patologías diferenciales entre hombres y mujeres».
Entre los aspectos destacados, se menciona, por ejemplo, que en la enfermedad cardiovascular, casi nunca se recogen factores de riesgo específicos de las mujeres. O si se alude al ictus, los neurólogos concluyen que se considera que es infradiagnosticado en las mujeres, principalmente motivado por la mayor presencia de síntomas atípicos como cefalea, fatiga, desorientación o debilidad. En el cáncer, la inclusión y participación de mujeres en ensayos clínicos «ha sido baja a lo largo de los años», se apunta.