El Castellón tiene una reacción de campeón
Los albinegros se reponen al mazazo ante el Córdoba para mantener su renta como líderes
Hola a todo el mundo. Soy el Castellón, a quien muchos dábais ya por muerto. Pues bien, he ganado por 0-2 al Castilla de Raúl González, de los hijos de Santi Cañizares y Zinedine Zidane (espectador de lujo). Y sí, soy el líder». Ese es el mensaje del Castellón, que tuvo una respuesta de campeón ante el filial del Real Madrid, para devolver toda la fuerza al albinegrismo: «¡¡¡Que sí, joder, que vamos a ascender!!!».
El Castellón saltaba al Alfredo Di Stéfano cuando el Córdoba sellaba una victoria con la que atrapaba a los albinegros. Así que presión máxima para un equipo dirigido a pie de campo por Johan Plat (Dick Schreuder estaba sancionado) y con apenas dos cambios en el once (uno de ellos, el de Josep Calavera, obligado), con lo que el neerlandés daba a entender que lo del Córdoba, más allá de la rabia y el desencanto del descuento, no había sido un desastre.
AL FIN MARCA DE MIGUEL Buena puesta en escena, con un Mamadou Traoré percutor y el dinamismo que últimamente aporta Isra Suero, que se encontró con Jesús de Miguel para, al filo del minuto 10, el pichichi fusilara con la zurda a Lucas Cañizares y romper su sequía (no marcaba desde el pasado 28 de enero). Antes incluso, y varias veces después, Crettaz, siempre Crettaz. Se agigantó ante su tocayo Gonzalo, frustró a Álvaro y respondió al poco de superar la media hora ante Manuel Ángel.
Providencial también Alberto ante un Castilla que castigaba la tibieza de Manu Sánchez, los errores de Julio Gracia o los interminables espacios a las espaldas de Daijiro Chirino y Douglas Aurelio. Asistente y goleador en Valdebebas debían vaciarse en las ayudas defensivas en un Castellón al que le duraba poco el balón y que compareció, en lo que restaba hasta el descanso, en esporádicas acciones en el área local.
Intermedio con el marcador a favor, pero con la sensación de que la fortuna sonreía a los albinegros. Eficacia máxima y a rearmarse en el vestuario, ahora con las cercanas instrucciones del míster Schreuder.
OTRO GOL MADRUGADOR La regañina surtió efecto. Porque, de seguir así, la probabilidad apuntaba directa al empate. Los fichajes de invierno, hasta ahora poco lustrosos, lucieron para que Albert Lottin viera la llegada de Douglas Aurélio, liberado de la banda, em
pujase a las mallas el 0-2 (min. 52).
El partido estalló, con la ventaja de que el Castellón, no como siete días atrás, dominaba por dos tantos. Douglas Aurélio, en su salsa, tuvo el 0-3 y acto seguido el guardameta Gonzalo Crettaz vio como el balón se paseaba por su área sin encontrar rematador.
Y OTRO GOL ANULADO La sentencia definitiva pudo llegar cuando Demi e Isra se intercambiaron los roles, pero el árbitro anuló la vaselina del 22. El Castellón tenía, ahora sí, la situación mucho más controlada, pero los minutos discurrían lentamente. El encuentro accedió a su dimensión menos relevante. En esas, Raúl rescató de su ostracismo a Jeremy de León.
Quedaban 10 minutos, que hubiesen sido de la basura si el remate de Manu Sánchez y el de Raúl Sánchez (rozó en el palo) no se hubiesen marchado fuera por centímetros. Raúl Sánchez tuvo una doble ocasión, pero... Los tres puntos aún no estaban en el saco y bien atados, sobre todo por lo que había sucedido una semana atrás en Castalia. El descuento de nuevo era considerable (siete minutos).
En el minuto 93, Gonzalo evitó el ataque al corazón de los más de 200 orelluts presentes. Ahí acabó todo. Crettaz anudó el saco con los tres puntos con los que el Castellón mantiene su renta de tres puntos con el crecido Córdoba.