El reto de frenar la emigración
La provincia de Castellón, desde hace años, se enfrenta a un desafío crucial: retener el talento local. En un mundo cada vez más globalizado y competitivo, poner freno a este éxodo ya no es una aspiración, sino una imperiosa necesidad para asegurar un desarrollo sostenible y próspero del territorio. Todos parecemos coincidir en esto, pero los últimos datos recogidos en el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero, que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística, no nos han dado grandes alegrías. Según este balance, durante el pasado año más de 1.300 castellonenses decidieron hacer las maletas y emigrar a otros países. Un dato que representa un récord desde 2009, año en el que se empezaron a contabilizar este tipo de nuevas ausencias. Retener este talento es, de este modo, un nuevo desafío que la sociedad tiene ante sí y para lo que resulta necesario consolidar las medidas ya en marcha y poner en marcha otras que frenen esta fuga de capital humano.
Castellón ha sido históricamente cuna de talento en innumerables campos; desde la industria cerámica hasta la innovación tecnológica o el turismo sostenible. Sin embargo, el éxodo de talento hacia otras regiones y países es una realidad que no podemos ignorar. Jóvenes graduados, profesionales cualificados y emprendedores brillantes a menudo se ven obligados a buscar oportunidades fuera de nuestra provincia debido a la falta de incentivos, recursos y perspectivas de desarrollo profesional.
No es necesario abundar en el hecho irrefutable que este fenómeno no solo impacta negativamente en la economía local, sino que también socava el tejido social y cultural de nuestro territorio. La pérdida de talento implica la pérdida de ideas innovadoras, proyectos empresariales prometedores y la falta de liderazgo necesario para abordar los desafíos del futuro. Además, contribuye a un ciclo de estancamiento económico y a la disminución de la calidad de vida de nuestros ciudadanos.
Para revertir esta tendencia, es fundamental implementar y reforzar, en cada caso, las políticas y medidas concretas que fomenten la retención del talento en Castellón y para ello existen fórmulas que, pese a que suelen ser bien conocidas, debemos tener muy presente.
Entre estas medidas está la creación de oportunidades laborales atractivas, como es el caso de fomentar la creación de empleo de calidad en sectores estratégicos. En este campo está tecnología, la innovación, la sostenibilidad y el turismo, que puedan ofrecer perspectivas de crecimiento profesional y personal. El apoyo al emprendimiento, a través de medidas fiscales o financieras, facilitar el acceso a espacios de trabajo compartidos y programas de formación empresarial son otras vías. Y cómo no, dotar al sistema educativo de inversiones desde las etapas tempranas hasta la formación universitaria y técnica, lo que contribuirá a fomentar un mayor arraigo. Por último, también es importante la colaboración públicoprivada para desarrollar políticas que aborden las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos y las empresas locales. Son en suma, solo un esbozo de la enorme tarea que tenemos por delante para revertir una situación que hoy se nos antoja insoportable.
La fuga de talentos contribuye a abrir un periodo de estancamiento económico y a la disminución de la calidad de vida de los ciudadanos