Carlos Sainz gana y se reivindica a lo grande
«Sigo sin trabajo para el año que viene», admite
Max Verstappen apenas falla, pero cuando lo hace, ahí está Carlos Sainz para aprovecharlo. Lo logró el año pasado en Singapur, ante el primer signo de vulnerabilidad del Red Bull, y repitió ayer en el Gran Premio de Australia. Una avería en el freno trasero del RB20 obligó al poleman a retirarse después de cuatro vueltas y el madrileño, que había arrancado segundo, puso rumbo a su tercera victoria en Fórmula 1. Es el primer abandono de Verstappen desde abril de 2022, también en Albert Park.
Sainz ya había adelantado al tricampeón antes de la avería. En la segunda vuelta tiró de DRS para superar a Max, que alertó por radio que el coche iba un poco «suelto». Dos giros más tarde aparecieron llamas en la rueda trasera derecha que dejaron al neerlandés fuera de carrera. Dos semanas después de ser operado de apendicitis en Arabia, Carletes ya brilló el sábado al asegurarse el segundo puesto de parrilla y ayer remató su labor con un triunfo que le consagra. «Recomiendo a todos los pilotos que se quiten el apéndice», bromeó el madrileño de 29 años. Hacía tres años que la scuderia no situaba a sus dos pilotos en lo alto del podio.
ELOGIOS DE MERHI Sainz se olvidó de las molestias en la zona abdominal, que su equipo trató de mitigar con ajustes en los cinturones de seguridad y esponjas. Sin complejos y a por todas desde el principio, impuso un gran ritmo y gestionó de maravilla los neumáticos. El madrileño recordó que su éxito llegó tras saber que no seguirá en Ferrari en 2025 (su asiento lo cogerá Lewis Hamilton). «Sigo sin trabajo para el año que viene, así que seguro que esto ayuda. La vida puede ser una montaña rusa, pero es maravillosa. Nunca hay que rendirse», dijo. «Me sentí muy bien, aunque algo rígido, porque en el aspecto físico no fue lo más fácil», comentó. «Has conseguido una victoria que vale por dos. Pocos saben lo duro que han sido estos últimos días, meses. Y has sacado lo mejor de ti ante esta situación», escribió en redes su asesor personal y amigo, el benicense Roberto Merhi, subiendo una foto de hace 9 años juntos, cuando debutaron en la Fórmula Uno.
Fernando Alonso, por su parte, volvió a sacar petróleo en carrera. Abordó el tramo decisivo en sexta posición, aunque los comisarios arruinaron todos sus esfuerzos. Las últimas vueltas de Alonso fueron muy intensas, defendiéndose de Russell. En el último giro, cuando estaba a solo cuatro décimas del Aston Martin, el británico se estrelló en la curva 6. Tras la carrera, los de Brackley denunciaron un posible brake test del asturiano, es decir, frenar cuando no toca o en exceso para obligar al piloto que va detrás, en este caso Russell, a evitarlo bruscamente. Después de estudiar la telemetría y escuchar a los dos pilotos, los comisarios castigaron a Alonso con 20 segundos (cayó a la octava plaza).