Cómplices son encarcelados de forma preventiva a la espera del juicio
Apesar de que la organización terrorista Estado Islámico reivindicó el ataque del viernes en el concierto de Crocus City Hall en Moscú, Rusia miró para otro lado. Eso es algo que se vio en voces del régimen como Margarita Simonián, la jefa del canal estatal RT, que enseguida publicó en redes sociales «ISIS? ISIS???» con incredulidad. Anoche, el presidente ruso Vladímir Putin, tras la reunión del Consejo de Seguridad que presidió, cambió el rumbo del discurso ruso ligeramente para admitir que sí fueron «islamistas radicales» los que cometieron el atentado.
Aunque hay un matiz diferente, los dedos del Kremlin siguen apuntando a Kiev. Por ahora, Putin mismo asegura que ahora Moscú sabe «quién lo hizo» pero aún desconoce quién mandó hacerlo. Desde la misma televisión rusa, se transmitió el mensaje del líder ruso. «Y los nazis, como es sabido, nunca han tenido reparos para emplear los medios más sucios e inhumanos para lograr sus objetivos», pontificó en público. Desde incluso antes del inicio de la guerra, Rusia ha tildado a Ucrania de «fascista» para justificar sus pretensiones en el frente e intentar emular a la Unión Soviética luchando contra la Alemania nazi.
HUIDA A UCRANIA Para apoyar su tesis, insistió en el eje Kiev-Estado Islámico sin aportar pruebas. «Hay que responder a la pregunta de por qué los terroristas, después de cometer el crimen, intentaron huir justo por Ucrania, quién les esperaba», afirmó, además de matizar que justo ahora es cuando ha fracasado «completamente» la contraofensiva ucraniana, por lo que Ucrania necesita ganar puntos ante sus patrocinadores occidentales. Aunque la relación Occidente-Rusia pasa por uno de sus peores momentos de los últimos años, el mandatario admitió que los que apoyan a Kiev «no quieren ser cómplices del terror y patrocinadores del terrorismo. Pero, efectivamente, hay muchas preguntas».
Aunque Estado Islámico se responsabilizó del ataque en varias ocasiones, vídeo incluido, Ucrania ha negado categóricamente tener algo que ver con el atentado
Un sospechoso del atentado del pasado viernes.
Uno de los 11 detenidos por el tiroteo en Moscú.
por activa y por pasiva.
La justicia rusa ha tomado la vía rápida con los cuatro sospechosos del atentado en la sala de conciertos rusa Crocus City Hall y de tres de sus cómplices, y ha decretado su ingreso en prisión preventiva durante dos meses. Todos ellos fueron imputados el domingo por la noche con cargos de terrorismo por el ataque, que dejó 137 muertos, y los presuntos autores pueden afrontar una pena de cadena perpetua. Su encarcelamiento preventivo, fijado hasta el
Muhammadsobir Fayzov comparece en camilla.
22 de mayo, podrá ser prolongado a la espera de su juicio, cuya fecha aún no ha sido decidida. Los acusados comparecieron ante el juez con evidentes signos de violencia. El ataque ha sido reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico del Jorasán (organización prohibida en Rusia), que incluso aportó un vídeo realizado durante el mismo ataque.
El tribunal moscovita hizo público un vídeo en el que se ve a agentes de policía introduciendo en el juzgado a los cuatro acusa
dos de haber perpetrado el tiroteo, que aparecen con heridas visibles. Uno de los sospechosos fue conducido a la sala con los ojos vendados. Cuando le quitaron la venda, se le pudo ver un ojo morado. Otro sospechoso fue introducido en silla de ruedas, incapaz de levantarse, y con un catéter para miccionar. Algunos vídeos difundidos ayer muestran las supuestas torturas infligidas a los detenidos durante el interrogatorio. El Ministerio de Defensa ruso ha premiado con honores a los soldael atentado y metiéndosela después en la boca. Otro muestra a las fuerzas de seguridad golpeando a un sospechoso con la culata de sus fusiles y dándole patadas mientras yace en la nieve.
Uno de ellos, el que se encontraba en peor estado, habría recibido descargas eléctricas en los genitales. Medios independientes rusos señalaron que el agente que aparentemente cortó la oreja al sospechoso llevaba parches que indicaban su apoyo a grupos neonazis y parecía tener contacto con el grupo paramilitar de extrema derecha Rusich, activo en Ucrania. El portavoz del Kremlin se negó a hacer cualquier comentario sobre las acusaciones de torturas.
En total, las fuerzas de seguridad han detenido a 11 personas vinculadas con el atentado, cuatro de las cuales participaron personalmente en la matanza, según indicaron las autoridades.
Cuatro sospechosos y tres