El jugador solo tiene previsto salir de su casa para ir a firmar a la Audiencia
Alas 16.27 horas de ayer. Tras permanecer 14 meses y cinco días encarcelado por violar a una mujer en los lavabos de la discoteca Sutton, el jugador Dani Alves salió finalmente de la prisión de Brians 2. A media mañana sus abogados consignaron el millón de euros impuesto por la Audiencia de Barcelona como fianza para dejar la cárcel, aunque no salió hasta horas más tarde, después de que se tramitara la salida por parte del tribunal. Las abogadas del jugador brasileño, Inés Guardiola y Miraida Puente, acudieron a buscarlo a la prisión. Alves dejó la cárcel con talante serio, acompañado de Guardiola. Se subió a un vehículo en el que también se encontraba Bruno Brasil, el amigo que lo acompañaba la noche del Sutton, y se fueron. Se dirigieron directamente al domicilio del deportista en Esplugues de Llobregat.
Junto con el millón de euros depositado, que fue por transferencia directa a la cuenta del juzgado, según fuentes judiciales, el futbolista, que se trasladó a su casa de Esplugues, tuvo que entregar los pasaportes español y brasileño, ya que no puede salir del país. Como medidas cautelares, también debe acudir semanalmente ante el tribunal para garantizar que no escapa. La primera comparecencia la tendrá el próximo jue
En los próximos días, Alves no tiene previsto salir de su casa de Esplugues, según comentaron fuentes cercanas al jugador. Únicamente lo hará para ir a firmar ante la secretaría de la Audiencia de Barcelona, tal como está obligado a hacer cada viernes. Tampoco dará entrevistas. En libertad provisional, el brasileño esperará la resolución de los recursos presentados ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya por todas las partes.
La fiscalía y la acusación particular, que representa a la víctima, reclaman un aumento de la pena de prisión, mientras que
ves, ya que los magistrados lo han citado cada viernes, siempre y cuando no se trate de un festivo.
PROTESTA A la salida de la cárcel, esperaban al brasileño un centenar de medios de comunicación, junto con numerosos funcionarios de prisiones, que protestaban por sus condiciones laborales y el problema de seguridad que existe en las mismas, tal como se ha constatado tras el asesinato de una cocinera en el centro penitenciario de Mas d’Enric (Tarragona) a manos de un interno hace 10 díla defensa de Alves ha solicitado de nuevo su absolución. En caso de que la resolución del TSJC no contente finalmente a ninguna de las partes, como es previsible, pueden presentarse de nuevo alegaciones, en este caso ante el Tribunal Supremo.
Alves esperará, pues, en libertad la decisión judicial, aunque en caso de que mantengan la pena de cárcel debería volver a ingresar en prisión. Además, las acusaciones han solicitado que se revoque la fianza de un millón de euros y vuelva a la cárcel, ya que consideran que todavía persiste el riesgo de fuga.
as, y que también provocó fuertes protestas por parte de los funcionarios de la prisión de Albocàsser.
A finales de febrero, hace un mes, la Audiencia de Barcelona condenó a Dani Alves a cuatro años y medio de prisión por violar a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona la madrugada del 30 al 31 de diciembre de 2022. Al presentar el recurso contra la sentencia, la letrada del jugador volvió a solicitar su libertad, como había hecho la defensa varias veces sin éxito antes de que el brasileño se sentara en el banquillo.
Pese a que el tribunal cree que existe «cierto riesgo de fuga», autorizó la salida de Alves previo pago de una fianza y el compromiso de no salir del país, ya que considera que la posibilidad que tiene el jugador de escapar a Brasil «se ha aminorado» con la pena impuesta: la mitad de años que pedía la fiscalía, que reclama nueve años de prisión, y de la acusación particular, ejercida por la abogada Ester García en nombre de la víctima, que solicita 12 años, la máxima para este tipo de delitos.
Desde que la Audiencia de Barcelona ordenó la libertad provisional de Alves el pasado miércoles, comenzó una carrera contra reloj del entorno del jugador para lograr reunir el millón de euros que le debía permitir salir. Al no esperarse una cifra tan alta, como explicaron varias fuentes a este rotativo, han tenido que pedir colaboración a familiares, además de solicitar ayudas bancarias y recibir dinero desde Brasil. Alves está a la espera de que Hacienda le devuelva más de seis millones de euros en los próximos días y eso podría haber sido presentado como aval ante alguna entidad financiera para conseguir una transferencia directa, requisito exigido expresamente por el tribunal.
La Sección 21 de la Audiencia de Barcelona obliga al futbolista a presentarse todos los viernes ante su secretaría y, para ello, deberá facilitar un número de teléfono de contacto. En el caso de que el viernes fuera festivo, lo deberá hacer el día anterior laborable. Así, deberá presentarse en la oficina judicial este mismo jueves.
Los magistrados también acuerdan la «expresa prohibición» de salir del territorio español mientras dura la tramitación de los recursos presentados por la fiscalía, la acusación particular, ejercida por la abogada Ester García en nombre de la víctima, y la defensa de la letrada Inés Guardiola.
El tribunal también comunicó esta prohibición al Consulado de Brasil en la Ciudad Condal por si el jugador intenta pedir un nuevo pasaporte. Asimismo, informó a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado para que garanticen que el futbolista no sale de España y que también se comuniquen estas medidas a todos los países del entorno europeo en caso de que cruzara la frontera.
ORDEN DE ALEJAMIENTO El tribunal, además, requirió a Alves para el cumplimiento de la orden de alejamiento y prohibición de comunicación con la víctima. Por lo tanto, tiene vetado acercarse a una distancia inferior a los 1.000 metros del domicilio de la joven, del trabajo o de cualquier lugar frecuentado por ella, así como comunicarse por cualquier tipo de medio con la mujer. En el auto de libertad se advierte de que el incumplimiento de alguna de esas medidas podría suponer su ingreso de nuevo en la cárcel.