La falta de bolsas urinarias ya afecta a miles de valencianos
Es un artículo necesario para las personas con lesiones medulares y también con incontinencia «Crea incertidumbre y afecta a nuestra calidad de vida porque crece la angustia», dice un afectado
Hay mucha falta de bolsas de orina. A veces llegan; a veces, no. Y si llegan lo hacen a cuentagotas». Es la situación que están padeciendo en una farmacia de l’Eliana (provincia de Valencia) desde mediados de febrero. No es una problemática aislada, sino que se ha generalizado desde entonces en muchas de las farmacias valencianas. En una visita rápida a varias de ellas en una misma mañana, la respuesta es la misma: «Tenemos falta de suministro y los proveedores no saben cuándo se resolverá el problema».
Los farmacéuticos viven preocupados por poder seguir cubriendo las necesidades de sus clientes habituales y están haciendo malabarismos para evitar quedarse sin existencias. «Compruebo todos los días cuál es la disponibilidad del producto en el almacén y cuando las hay, compro para asegurarme tener a medio plazo», explica Candelaria Almenar, farmacéutica en Burjassot. Lo hace para asegurar poder despachar el producto a sus clientes porque muchos de ellos las usan a diario para poder mantener su calidad de vida.
No hay un número exacto porque son varios los colectivos necesitados de ellas, pero se estima que en la Comunitat Valenciana hay varios miles de personas afectadas por los problemas de distribución. Sólo en la Asociación de personas con lesión medular y grandes discapacidades físicas (Aspaym) son 500 valencianos damnificados, pero las necesitan también los grandes dependientes, personas con problemas de prós
tata o incontinencia urinaria mecánica o por la edad, entre otros colectivos. «No tener bolsas crea incertidumbre y afecta a nuestra calidad de vida porque crece la angustia», explica el presidente de la entidad, Paco Florentino.
La falta de existencias es un problema al menos a medio plazo porque tiene, como principal causa, el cierre de dos de las fábricas europeas encargadas de la fabricación de las bolsas de orina. «Eran compañías de gran tamaño que suministraban a varias marcas en el mercado —explica Julián Navas, farmacéutico del Centro de Información de Medicamentos (CIM) del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (Micof)—. Los fabricantes están recurriendo a otras empresas, pero su
capacidad de producción es menor y el estoc se ve afectado».
Desde Aspaym explican que han propuesto a la Conselleria de Sanitat abrir el catálogo a otros fabricantes. «Hemos hecho un llamamiento para conseguir soluciones —relata Florentino— y abandonar las controversias con las empresas privadas respecto a productos financiados».
Tipologías de bolsas de recogida hay varias: básicas, con válvulas de antirretorno o vaciado; marcas, otras tantas. De las que más faltan son de las que funcionan con válvulas y, también, de las de mayor tamaño: las de dos litros de capacidad, utilizadas para la recogida nocturna. También hay más problema con las cajas de 30 unidades que con las de 10.