El solar de la citrícola Peris Agost de Almassora será un parque comercial
El grupo valenciano Tomás y Tomás Inversiones compra las instalaciones de más 14.000 metros cuadrados y negocia con varios operadores para abrir locales de restauración, tiendas y supermercados
De almacén citrícola a parque comercial. Las instalaciones de la histórica empresa Peris Agost Hermanos de Almassora se convertirán dentro de muy poco tiempo en un área con locales de restauración y establecimientos comerciales. Así lo ha anunciado el grupo valenciano Tomás y Tomás Inversiones, que la pasada semana compró a través de subasta las instalaciones de la firma naranjera por 1.801.000 euros.
La idea del promotor es convertir las instalaciones de 14.000 metros cuadrados y ubicadas en el número 178 de la avenida Castelló de Almassora, en un gran parque comercial. De hecho, Tomás y Tomás Inversiones se encuentra en estos momentos ultimando las negociaciones con los operadores que finalmente ocuparán los locales, y todo apunta a que este futuro complejo comercial contará con varios establecimientos dedicados a la restauración, así como espacios dedicados al comercio al por menor y algún supermercado.
El grupo inversor valenciano que se ha hecho con la propiedad de la nave y los terrenos que has
ta hace año y medio ocupó la empresa citrícola es el mismo que está promoviendo la construcción de un nuevo parque comercial en Burriana y que funcionará a pleno rendimiento en el 2025. Tomás y Tomás Inversio
nes ha iniciado las labores para alzar el centro en el barrio de Novenes de Calatrava que ocupará una superficie de 1.800 metros y contará, además, con cerca de 50 plazas de aparcamiento. Este espacio albergará tres franquicias relacionadas con el sector textil y la restauración. Esta promotora, especializada en activos terciarios comerciales, es también propietaria del terreno sobre el que asienta el primer restaurante McDonald’s de Onda y que abrió sus puertas al público a finales del año pasado año.
Tras 97 años de actividad, Peris Agost Hermanos cerró sus puertas en noviembre del 2022 dejando en la calle a 180 trabajadores, la mayoría mujeres con una larga vinculación con la empresa. La compañía de Almassora, que justificó su decisión por la delicada situación económica en la que se encontraba y que le impedía hacer frente al pago de las nóminas de la plantilla, solicitó el concurso voluntario de acreedores y en abril del año pasado entró en liquidación. La unidad productiva salió a subasta y, tras
dos intentos fallidos, la semana pasada su venta fue adjudicada a Tomás y Tomás Inversiones.
De los 1,8 millones de euros que abonará este grupo inversor por la nave y los terrenos, 1.796.868 se destinarán al pago de la hipoteca a favor de CaixAlmassora, lo que va a permitir la transmisión de este patrimonio libre de cargas. La pequeña cantidad restante se destinará al pago de los otros acreedores, en el orden que dictamine el juzgado que se encarga del proceso de liquidación de la citrícola.
El almacén citrícola cerró sus puertas en noviembre del 2022 al no poder hacer frente a sus deudas