El jefe de gabinete y los Cotino acorralan a Zaplana al admitir el amaño de las ITV
Juan Francisco García confirma que se dio información previa a Sedesa: «Había voluntad de favorecer al grupo» , dice Confirma que creó dos empresas en Luxemburgo para pagar 10,5 millones en mordidas
El exjefe de gabinete de Eduardo Zaplana, Juan Francisco García Gómez, y los contratistas fetiche durante la etapa del Partido Popular, los hermanos Vicente y José Cotino Escrivá, admitieron ayer ante el tribunal del caso Erial que amañaron la adjudicación de la concesión de las Inspecciones técnicas de vehículos (ITV), a cambio de, al menos, diez millones de euros. Un servicio público privatizado en 1997 por decisión de la Generalitat presidida por Zaplana y recuperada por el Govern del Botànic en febrero de 2023.
Las tres confesiones de ayer se suman a las del testaferro confeso del expresidente de la Generalitat, Joaquín Barceló, Pachano, que complican su defensa judicial. Zaplana declinó hacer declaraciones sobre las conformidades con la Fiscalía Anticorrupción que estrechan el cerco judicial en torno a él. «El juicio hay que celebrarlo entero», aseguró a la salida.
Las dos nuevas confesiones son claves en la causa. El amigo y jefe de gabinete de Zaplana al frente de la Generalitat, Juan Francisco García, porque era el director de orquesta de la contratación de las ITV. «Presídí la comisión interdepartamental para la racionalización del sector público valenciano [las privatizaciones] y luego fui nombrado presidente de la mesa de contratación», relató. La confesión de las mordidas llegó con otro eufemismo jurídico. «¿Se predeterminó la adjudicación a favor de la familia Cotino?». «Sí», respondió escuetamente García ante el tribunal.
El entonces director general de la Policía, Juan Cotino, fue quien expresó la voluntad a Zaplana y García de disfrutar de alguna de las adjudicaciones de las ITV. «Juan Cotino me transmite ese interés [en lograr el contrato] en presencia de Eduardo Zaplana», contó García. «Es Cotino quien me transmite en 1997: ‘Vais a tener el 30% de la empresa adjudicataria’». A partir de ahí el amaño se hizo «fino».
El síndic del PP en Les Corts, Miguel Barrachina, mostró ayer el respeto de los populares valencianos al juicio por el caso Erial, así como a todos los de «etapas pasadas», mientras su homólogo en el PSPV, José Muñoz, apuntó al president de la Generalitat, Carlos Mazón, y a la alcaldesa de València, María José Catalá, como «los herederos de Eduardo Zaplana y Juan Cotino». La sesión del juicio del caso Erial volvió a colarse en la rueda de prensa tras la junta de síndics. En esta, el representante del PP se limitó a mostrar «todo» el respeto de su partido a los «juicios de etapas pasadas» y a instar a la oposición a hablar del presente y no de «etapas superadas». Así, se preguntó cómo era posible que el anterior Consell «no recuperara 170.000 euros», en alusión al reintegro de una subvención otorgada por el gobierno del Botànic a socios de Francis Puig.
Desde el PSPV, Muñoz señaló que el juicio de ayer supone «otra pieza más en el tablero de la corrupción», mientras denunció que «los herederos de Zaplana y Cotino están al frente de las instituciones valencianas». Así, después de reiterar que Mazón es el «hijo político» de Zaplana, el socialista sostuvo que Cotino fue «el padrino político de Catalá», su «gran valedor» y uno de sus «grandes apoyos» para lograr la alcaldía de Torrent.
Baldoví insiste en la comisión de Les Corts
Por su parte, el síndic de Compromís, Joan Baldoví, instó a PP y Vox a apoyar su propuesta de crear una comisión de investigación en Les Corts para indagar en el proceso de la adjudicación y gestión del servicio de ITV y las adjudicaciones relativas al Plan Eólico durante la época de Zaplana.
Baldoví, durante su intervención, indicó que espera que esta comisión de investigación se pueda tramitar en la próxima Junta de Síndics del parlamento valenciano, dado que el PP y Vox «tienen tantas ganas de luz y taquígrafos».
«Había una voluntad de favor ecer al grupo Sedesa. Eso fue así», explicó a preguntas del presidente del tribunal, Pedro Castellano, que pidió concreción sobre cómo se amaña un contrato de tal magnitud. «Se hizo todo de manera tan fina que luego esos pliegos de condiciones que rigen todo el proceso de adjudicación fueron informados por la asesoría jurídica, la intervención delegada, un informe de Arthur Andersen y la comisión de estudio». «¿Pero cómo?», se le insistió al jefe de gabinete.
«Se hablaba de cuatro zonas y hubo cinco -detalló García Gómez-, y este hecho beneficiaba a Sedesa. El tope de la mejora de las ofertas económicas, se tasó. Y se incluyó el tema de la implantación y conocimiento de la realidad socieconómica de la Comunitat Valenciana para favorecer a las empresas valencianas en el procedimiento y que se puso pensando en Sedesa, que luego afectó a otras». Detalles de los pliegos que la empresa de los Cotino conoció de forma previa a la adjudicación.
El PP respeta los juicios al pasado y el PSPV vincula a Catalá con Juan Cotino
«Había voluntad de favorecer al grupo Sedesa. Se hizo todo de manera fina pero pensando en beneficiarles»
JUAN F. GARCÍA GÓMEZ JEFE DE GABINETE DE EDUARDO ZAPLANA
« En 2005, mi tío Juan Cotino me dijo que había que pagar el acuerdo para contratar las ITV valencianas»
VICENTE COTINO EMPRESARIO
Juan Francisco García Gómez, que recibió 2,5 millones de euros de los Cotino a través de la empresa luxemburguesa Fenix Investments, regularizó esta mordida con la amnistía fiscal del ministro Montoro en 2012. «No tenía conocimiento de que los fondos fueran ilícitos. No pensaba que tenían origen ilícito», aseguró García Gómez sorprendentemente. Aunque acto seguido hizo un acto público de contricción. «Estoy arrepentido y reconocer los hechos sirve para repararlos. Predeterminar la adjudicación era cohecho, aunque el ofrecimiento de Cotino [de la participación en las sociedades de las
Vicente y José Cotino Escrivá ratifican a Anticorrupción y cargan las tintas sobre su tío fallecido
mordidas] se produce a posteriori», justificó el jefe de gabinete.
Los empresarios Vicente y José Cotino Escrivá ratificaron punto por punto el escrito de la Fiscalía Anticorrupción. En su confesión cargan las tintas sobre su tío ya fallecido, que estaba investigado en esta causa. Admitieron que Juan Cotino llevó 640.000 euros en un maletín a Luxemburgo en 2001 para crear las empresas usadas para pagar las mordidas: Imison International y Fenix Investments, que después acabaron en manos de Joaquín Barceló y Juan Francisco García Gómez.