Una tortilla de premio en Onda
Es la cocinera y ‘alma máter’ de un local con mucha historia El bar Vicentín ‘pasa’ de la cebolla: «Somos diferentes y nuestros clientes lo notan en todo»
La mejor tortilla de patata de la provincia de Castellón la preparan en el bar Vicentín de Onda. Eso al menos es lo que aseguran los lectores de este periódico, que la votaron a miles en una reciente encuesta publicada en la página web de Mediterráneo. Así que allí que nos fuimos a probar este exquisito y tradicional plato que hace las delicias de quienes lo prueban.
¿Qué distingue la tortilla del bar Vicentín de otras? Esto es lo que contesta Mari Carmen, cocinera y esposa del difunto Vicentín que da nombre a un bar que ahora gestiona junto a sus hijos Vicente y Jorge, la tercera generación de un establecimiento que «está abierto mínimo desde 1956» porque encontraron documentación que lo acredita. «Nuestra tortilla no tiene nada de especial. No le pongo cebolla y la hago cuajada, a pesar de que a mí me gusta más cruda. Al final solo lleva patata, que uso monalisa o lavada, la pico un poco porque me gusta que se deshaga en la boca, y huevo», dice.
En el bar, conocido por ser uno de los templos del buen esmorzar en la provincia, hay vida más allá de la tortilla de patata. «Lo más típico que tenemos son las brasas. Los bocadillos de secreto o solomillo son de los más pedidos», admite Vicente, que confirma que la calidad en su establecimiento es innegociable. «Trabajamos diferente e intentamos ser diferentes, cuidar todos los detalles», comenta. «Desde el pan, que lo acabamos de preparar en el horno, hasta la carne, que la hacemos al momento, pasando por el alioli, que lo preparamos en el mortero como toda la vida, o el carajillo que se hace cuando lo pide el cliente», detalla.
El Vicentín, eso sí, no es un bar de pescado.
«Aquí no encuentras sepia o rabas, tiramos más por la carne, que la pedimos al mismo carnicero de Onda, Raimundo Miralles, antes de que yo naciera», confirma Vicente, que al igual que su hermano Jorge han «elegido trabajar en el bar, aunque podrían estar en cualquier otro sitio», señala su orgullosa madre Mari Carmen. El precio del almuerzo varía dependiendo de lo que se pida «porque no cuesta lo mismo una tortilla francesa que un solomillo», pero bocadillo más refresco más café
oscila entre los 7 y los 8,5 euros.
Conciliación
Los dos hermanos Vicente y Jorge mantienen la esencia de su abuelo Pedro en el bar, pero han cambiado algunas cosas. Entre ellas, los horarios. «Abrimos de lunes a viernes de 6.00 a 16.00 horas. Preparamos desayunos, almuerzos y comidas. Mis padres trabajaban de cinco de la madrugada a 12 de la noche los siete días de la semana, y aunque al principio algunos clientes nos pedían que abriéramos también los sábados, tenemos familia y queremos conciliar», asumen. Mari Carmen Castillo, que ha perdido la cuenta de la cantidad de tortillas que ha preparado, pues ha trabajado en el bar los últimos 46 años, destaca que pide «unas 60 docenas de huevos por semana, lo que da la asombrosa cifra de 720».
«Ahora me cuesta un poco más dar la vuelta a la sartén grande cuando preparo la tortilla de 20 huevos, pero tengo mucha experiencia», indica. Desde luego, su buena mano en la cocina no puede negarla quien la conoce, y no solo con la tortilla. Bon profit!
Esta semana hemos recibido una noticia de esas que suelen pasar desapercibidas pero que es importante, porque ayudará a salvar vidas en la provincia. Y es que el pleno del Consell ha aprobado el decreto que regula la estructura y organización del Servicio de Emergencias Sanitarias de la Comunitat Valenciana, lo que permitirá volver a disponer del Centro de Información y Coordinación de Urgencias de Castellón.
Se trata de un servicio que eliminó hace ya dos años el anterior Consell, el del Botànic. Y es que, pese a que aseguraba que ponía a las personas por delante del dinero, se cargó el servicio por problemas económicos, además de por ese afán que hay muchas veces de centralizar servicios para concentrar poder.
Y es que, como me dijo una vez un jefe, y sin embargo amigo: «Las cuentas son muy canallas y, por más que les des vueltas, muchas veces no salen». Pero mira, hete tú que ahora sí que han sali