Ucrania pide sin éxito radares a España para paliar los ataques rusos
Zelenski, que negocia con Sánchez más ayuda militar, implora desde marzo sistemas antiaéreos
Un tenso tira y afloja viene marcando el ambiente previo a la próxima visita del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a España que Moncloa comenzó a confirmar ayer. Como con otros países europeos, la tensión radica en la lentitud con que se prevé la entrega de ayuda militar que para Kiev es acuciante y, en el caso particular de España y de otros dos países europeos, en el retraso de la entrega de radares y otros sistemas asociados a la defensa antiaérea, que Ucrania viene pidiendo desesperadamente desde hace meses, corroboran fuentes diplomáticas.
España ha aportado seis misiles Patriot (es el último envío realizado) y baterías de defensa antiaérea Hawk, Aspide y Mistral. Según tiene relatado la ministra de Defensa, Margarita Robles, en comparecencias ante las comisiones de la materia en el Congreso y el Senado. Defensa no ha confirmado la donación a Ucrania de componentes de las cuatro baterías Nasams que forman parte de lo más moderno de la defensa antiaérea española, pero sí el entrenamiento de cinco rondas de militares ucranianos en el manejo de esos sistemas.
Temor a más bombardeos
Desde marzo, los representantes del Gobierno de Zelenski imploran más sistemas de defensa antiaérea ante el incremento de los ataques aéreos rusos tripulados y no tripulados. En una ofensiva que ya se puede dar por iniciada, Rusia ha multiplicado no solo el número de impactos, también la potencia de las bombas y misiles empleados.
Fuentes militares españolas, que también comentan la tensión
que rodea a estas peticiones, explican el doble temor ucraniano: su repetida advertencia sobre una campaña de bombardeos que martillee aún más a centros urbanos de importancia, como Kiev, Jarkov u Odesa.
Ucrania, desprovista en la práctica de una fuerza aérea capaz de contrarrestar esta amena
za, y sin los prometidos cazas F-16 occidentales ni fecha para su aterrizaje en territorio ucraniano, tampoco dispone de una ayuda masiva antibombardeo como la cúpula de hierro que Estados Unidos y el Reino Unido ayudaron a desplegar sobre Israel durante el ataque aéreo iraní de finales de abril.