Netanyahu viaja a EEUU en pleno seísmo por la retirada de Biden
El primer ministro israelí se reúne hoy con el presidente estadounidense y Harris Al menos 47 palestinos mueren por varios ataques en Gaza
Mientras Estados Unidos se revuelve por el giro en la campaña presidencial, el primer ministro de Israel, Binyamín Netanyahu, aterriza en el país. De una crisis a otra. Después de un fin de semana de bombardeos sobre Yemen y de las crecientes presiones de los familiares de los rehenes israelís para que acepte una tregua, Bibi viaja hasta Washington para realizar su discurso ante el Congreso estadounidense. A medida que la cifra de víctimas mortales asciende a 39.000 palestinos en Gaza, el líder israelí busca fortalecer las relaciones con su aliado histórico. A su vez, Netanyahu prevé apartar el foco de las agresiones israelís a los palestinos y moverlo hacia las amenazas de Irán y sus aliados en la región.
«Independientemente de a quién elija el pueblo estadounidense como próximo presidente, Israel sigue siendo un aliado fuerte e indispensable en Oriente Próximo», dijo antes de embarcar en el avión. Como parte de la delegación, están la exrehén Noa Argamani y su padre, Yaakov, a quienes las familias de los cautivos les han pedido que no acompañen al primer ministro. «Esto es un reconocimiento de que él no es responsable de los fracasos del 7 de octubre; de hecho, te está utilizando a ti para justificarlo», escribió hace unos días Dani Elgarat, cuyo hermano Itzik fue secuestrado el 7 de octubre, en X en un mensaje para Argamani. «Nos encontraremos en la situación absurda de protestar contra ti, y no queremos eso», decían otros familiares, mientras preparaban manifestaciones contra Netanyahu en suelo estadounidense.
El primer ministro pospuso su viaje un día, supuestamente porque había querido reunirse con el equipo negociador israelí antes de que este también viaje el jueves para retomar el diálogo después de dos semanas de parón. Las conversaciones para lograr un alto el fuego en la Franja de Gaza y la liberación de los rehenes retenidos allí por Hamás han suscitado un creciente optimismo últimamente. Incluso Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU, dijo el viernes que «estamos en la línea de los 10 metros» para llegar a un acuerdo. Uno de los objetivos de Netanyahu con su viaje a Washington sería conseguir el apoyo del presidente Joe Biden para una posición israelí «dura» basada en los cuatro «puntos no negociables» del primer ministro, según un funcionario anónimo israelí. Estos incluyen una garantía de que Israel podría reanudar los combates, que debería cumplirse en cualquier acuerdo de liberación de rehenes y alto el fuego con Hamás.
Ayer, al menos 47 palestinos, incluidos 6 menores, murieron en ataques en Jan Yunis, cerca de la «zona humanitaria» de Mawasi, en Gaza después de que Israel ordenara evacuar horas antes para iniciar una operación militar ante la «infiltración de Hamás». Además de los cadáveres, el hospital Nasser, que opera en la zona de Jan Yunis, recibió unos 36 heridos, informó el Ministerio de Sanidad de Gaza. «Continúan los bombardeos muy violentos, y decenas de familias siguen intentando huir del este de Jan Yunis bajo las bombas», indicaron a Efe testigos en la zona. La Defensa Civil de Gaza informó de que la orden de evacuación de la parte este de la «zona humanitaria» de Mawasi, colindante con Jan Yunis, afecta a unas 400.000 personas. «La ocupación israelí rota deliberadamente el desplazamiento de la población de la Franja de Gaza para aumentar su sufrimiento. Las zonas a las que ordena ir a los evacuados no son seguras», denunció la Media Luna Roja palestina.
El dirigente israelí viaja con una exrehén y su padre, lo que suscita las críticas de familiares