El Periódico Aragón

El día más feliz de Huesca

La ciudad busca un impulso económico Los héroes de Primera, aclamados en las calles

- ALBERTO BOBED abobed@aragon.elperiodic­o.com

De menos a más, pero en todo momento fue una fiesta, una acorde al hito conseguido. Solo una vez en la vida se asciende por primera vez a la máxima categoría del fútbol español y, si además lo protagoniz­a un club humilde, la celebració­n debía que estar a la altura. Y lo estuvo.

Nada mejor que hacerlo de la mano de una ciudad entera que se echó a la calle para acompañar a los suyos ya desde el aterrizaje del avión que les traía de vuelta de Lugo y, por la tarde, con el plato fuerte, la rúa por las calles de Huesca, una población que, desde ayer, saborea la Primera División. Y el regusto tardará en marcharse, porque Huesca vivió un día irrepetibl­e.

La fiesta fue de menos a más en cada rincón de la localidad altoaragon­esa. Las caras de algunos integrante­s de la expedición a la bajada del avión, que por cierto aterrizó en Monflorite con algo de retraso sobre la hora prevista, a eso de las 12.55 horas, delataban que la noche había sido dura. Luego, ante los medios y entre risas, Petón lo corroboró con un «Huesca ha dejado huella en Lugo de día y de noche». Ahí lo dejó. Y que se suspendier­a el almuerzo previsto en el Lillas Pastia para que todos descansase­n fue la prueba definitiva.

Con la terminal de fondo y con aproximada­mente un centenar de seguidores de todas las edades, muchos niños incluidos, esperando la llegada de sus héroes, toda la familia de la Sociedad Deportiva Huesca se inmortaliz­ó con una foto para el recuerdo. Se hicieron de rogar, pero el encuentro con sus aficionado­s mereció la pena. Al menos estuvieron amenizados por un camión discomóvil que tan pronto hacía sonar el himno del Huesca como a Ixo Rai. No faltó, obviamente, el We are the champions, un clásico.

La alegría se desató y fue un pequeño preludio de todo lo que estaba por llegar. Algunos jugadores sacaron el móvil para grabar y otros para sacarse fotos con los seguidores azulgranas.

EL ÉXTASIS Un capitán lo es para todo. Nadie como él encarna lo que es el Huesca y casi nadie sabe tanto como el ‘10’ lo que este club ha tenido que luchar para alcanzar lo que parecía imposible. Por eso había que tirar del carro. Llegó el primero a El Alcoraz, antes que el bus descapotab­le incluso. Se fotografió con todo aquel que se lo pidió y, por supuesto, fue el primero que subió a bordo. Y con la nevera de las cervezas para amenizar el extenso recorrido por las calles de la ciudad, por supuesto.

El Chimy Ávila hizo gala de su estatus de comandante con una gorra de Guardia Civil y Camacho se arrancó con el himno. Y así, el camino al centro. Unas 200 personas acompañaro­n al equipo en su partida desde El Alcoraz y en Martínez de Velasco todos pudieron atisbar lo que minutos después iba a ser la verdadera explosión de júbilo.

NI UN ALFILER / Tras dar una vuelta de honor por Huesca la rúa entró por los Porches de Galicia unos 40 minutos más tarde de lo que estaba previsto. Pulido, uno de los pesos pesados durante la temporada (y en la fiesta del ascenso) parecía DiCaprio en Titanic al frente del autobús. Se oyeron gritos a favor de la continuida­d de Rubi, que no fueron pocos ni aislados y, tras coger Melero el micrófono, Remiro les echó del autobús con un «vamos, porque la estamos liando».

En el balcón del Casino el primero en tomar la palabra fue el presidente del club. Agustín Lasaosa se acordó «de todos los que están en el cielo y que tanto han luchado por el Huesca» y rememoró con especial cariño a sus padres y a Armando Borraz, «que nos estará viendo desde arriba».

Con todos en sus puestos comenzó la presentaci­ón de todos los miembros uno por uno. Remiro y Melero, grandes agitadores de la fiesta en el balcón, se arrancaron con los cánticos fielmente seguidos por la marea azulgrana que inundó la Plaza de Navarra. No cabía ni un alfiler.

A Jair le quitaron la camiseta, cuyo lema era Corazón de Primera, para que mostrase sus abdominale­s. Se resistió, pero desistió. A Ferreiro le gritaron «MVP, MVP», Melero fue tremendame­nte aclamado y el Cucho quédate atronó la plaza. El gran capitán se acordó de la «familia de jugadores que vinieron porque creían en el proyecto», Santamaría se plantó unas gafas verdes y al otro central, Pulido, también le birlaron la camiseta. Todos disfrutaro­n, vibraron y gozaron de un día que nunca olvidarán porque es histórico. Nadie se lo va a quitar ya, porque es muy real que Huesca tiene sabor a Primera.

Los jugadores hicieron vibrar a una marea oscense que inundó la Plaza de Navarra

El presidente Agustín Lasaosa recordó «a todos los que están en el cielo y que tanto lucharon por el Huesca»

 ?? CHUS MARCHADOR ?? Jorge Pulido, uno de los jugadores más animados durante la fiesta del ascenso, sin camiseta en el balcón de la Plaza de Navarra con Álex Remiro y Camacho detrás.
CHUS MARCHADOR Jorge Pulido, uno de los jugadores más animados durante la fiesta del ascenso, sin camiseta en el balcón de la Plaza de Navarra con Álex Remiro y Camacho detrás.
 ?? CHUS MARCHADOR ?? El equipo oscense recorrió la ciudad en un bus descapotab­le.
CHUS MARCHADOR El equipo oscense recorrió la ciudad en un bus descapotab­le.
 ?? CHUS MARCHADOR ?? ▶▶ 1 ▷ Carlos David, muy alegre, choca la mano con un seguidor. ▶▶ 2 ▷ Rubi, técnico del club altoaragon­és, junto a su familia. ▶▶ 3 ▷ A Jair le quitaron sus compañeros la camiseta tras ser presentado en el balcón. ▶▶ 4 ▷ Miles de aficionado­s del...
CHUS MARCHADOR ▶▶ 1 ▷ Carlos David, muy alegre, choca la mano con un seguidor. ▶▶ 2 ▷ Rubi, técnico del club altoaragon­és, junto a su familia. ▶▶ 3 ▷ A Jair le quitaron sus compañeros la camiseta tras ser presentado en el balcón. ▶▶ 4 ▷ Miles de aficionado­s del...
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