Basta ya de deshumanizar
Tenemos el enorme privilegio de vivir en un país donde la sanidad pública es reconocida como una de las mejores de Europa en cuanto a la calidad de las prestaciones y en las coberturas incluidas. Contamos con profesionales con un nivel de formación excelente que dedican su vida al cuidado de los demás. Pero cada vez más se desatienden las necesidades de los ciudadanos por la falta de recursos para su correcto funcionamiento. Como hija de médico de la sanidad pública, me horroriza ser consciente de los niveles de deterioro a los que estamos llegando. Los profesionales de la sanidad pública necesitan tiempo para escuchar a sus pacientes y conocer sus necesidades, tiempo que nos están quitando al masificar las consultas por falta de profesionales contratados. Este tiempo de dedicación dignifica al profesional de la salud y a su paciente, siendo un derecho que tenemos todos y un deber de las administraciones garantizarlo. El actual esquema de desarrollo de la sanidad pública la está convirtiendo en una especie de cajero automático de diagnóstico y tratamiento, muy automatizado por la presión asistencial, perdiéndose cada vez más la esencia de la labor del profesional de la salud. Basta ya de deshumanizar la sanidad, basta de ya de recortar presupuestos, es nuestro deber mantener una sanidad pública donde los profesionales puedan ejercer con garantías y calidad profesional y personal lo que la sociedad y los usuarios demandan: tiempo y dedicación en el cuidado y evolución de nuestra salud.