Cien años de historia del hotel de lujo más antiguo de Barcelona
El Majestic Hotel & Spa abre un año de celebraciones tras su renovación integral Ha sido escenario de grandes acontecimientos y ha acogido a un sinfín de nombres ilustres
E n la Barcelona del 2018, el gran lujo hotelero tiene en cartera casi una veintena de alojamientos de impresión. Pero en abril del 1918, la apertura del Majestic Hotel Inglaterra en el paseo de Gràcia supuso un auténtico acontecimiento social y turístico. Ni sus instigadores imaginaron que habían hecho diana al elegir la que hoy es la calle reina de la hostelería y el lujo de la capital catalana, ni que un siglo después sería el hotel de cinco estrellas GL con más solera de la ciudad. Un aniversario que la familia propietaria Soldevila-Casals festejará durante todo el año a partir de este mes, como merece un establecimiento que ha sido escenario de cien años de historia local y de un desfile de huéspedes ilustres que marcaron varias épocas.
Porque el carácter familiar es lo que diferencia a este alojamiento en la Champions League barcelonesa de la máxima categoría hotelera. Sin los dictados de las grandes cadenas, el Majestic es un rara avis, con la plantilla más estable del sector y muchos actuales empleados con cuatro décadas en nómina, incluso el personal de limpieza (las llamadas kellys), que en muchos otros hoteles se han externalizado y precarizado.
En un flash-back acelerado, cabe destacar que el establecimiento impulsado por Hércules Cacciami ofreció muchos titulares en blanco y negro. Constituyó la primera licencia de una gran obra hotelera de nueva construcción firmada por el ayuntamiento y detonó lo que la prensa de la época definió como «el renacimiento de la industria hotelera en Barcelona». No en vano se estrenaban 125 habitaciones que presumían en su publicidad de baños propios y teléfonos, una virguería para la época, por 12,5 pesetas.
VIDA SOCIAL Pero si algo permitió al Majestic arraigar en Barcelona no fueron sus camas sino, sobre todo, sus salones. La vida social de Barcelona, desde banquetes de boda para hasta 500 comensales hasta incipientes congresos y tertulias, discurrió sin tregua por su planta baja.
Luego llegó la compra del hotel por parte de Martín Casals, ampliaciones, renovaciones y, la última reforma integral, recientemente completada, que lo aupó a la máxima categoría hotelera con sus actuales 271 habitaciones (45 suites) y que también ha marcado su entrada en la asociación internacional de hoteles de élite independientes The Leading Hotels of the World.
Las conmemoraciones de este año –iniciadas con un gran rótulo en la fachada– pasan por desempolvar la historia del hotel (con la edición de un libro y un diario del centenario que se presentarán la próxima semana), homenajear su vínculo con el arte (luce más de mil obras, de Antoni Tàpies a Barcelona, y alojó a Joan Miró y Pablo Picasso) y potenciar su gastronomía. La agenda en marcha incluye un folleto con un recorrido por sus principales obras de arte, una gran gala en la Fundació Miró para recaudar fondos para una restauración, un menú centenario vigente todo el año que aglutina platos históricos de sus restaurantes, el estreno de su nuevo restaurante de Solc –