Cuando Cillessen desnudó al Sevilla
No estaba previsto en ningún guion y menos en el del Sevilla. Resultó extraño que el equipo de Montella no supiera que pudiera ocurrir lo que ocurrió en el Metropolitano. Fue cuando nació, una vez más, un misil que voló de punta a punta del campo para acabar en el 0-1. Era el imponente y, a la vez preciso, pase de Jasper Cillessen. Un pase que era, en realidad, un auténtico misil. Misil potente y, a la vez, inteligente porque parecía que llevaba un GPS integrado en el cuero del balón con la dirección adecuada para que llegara en las mejores condiciones posibles a la carrera de Coutinho. Ni tuvo que esperar el brasileño a la pelota.
El misil de Cillessen llegó volando al hogar de David Soria, un portero desconcertado, mientras los defensas del Sevilla no sabían que un objeto volante muy identificado estaba sobrevolando sus cabezas mientras Suárez, astuto él, esperaba el pase de Coutinho. El gol lo firmó el nue- ve, fiel a su cita, y la asistencia es patrimonio de Coutinho. Pero nada habría sucedido sin la visión de Cillessen, el dueño de una pierna derecha tan potente que se disfrazó anoche de Koeman, su seleccionador.