Doce hombres con piedad
El postrer Colegio Apostólico que comparece en la procesión de Penitencia del retorno de la Romería de la Magdalena celebra estos días su cuarenta aniversario.
El apostolado, desde el siglo XVIII, desfilaba llevando en sus manos los atributos de su identidad o su martirio. Sus vestiduras (con gitones y capas de terciopelo, forradas de seda con dibujos de lentejuelas y bordados de oro y plata) fueron, en principio, propiedad de la Cofradía de la Sangre y luego alquiladas a una guardarropía de teatro.
La digna comparecencia de este colectivo se menoscabó a principios del siglo XX, hasta que una serie de castellonenses