El regreso de Anarcoma
Nazario celebra 40 años de su detective travesti, icono del cómic ‘underground’
Vestidas para la ocasión, con minifalda de lentejuelas y larguísimas pestañas una; minivestido de leopardo rosa y antifaz dorado otra, y turbante y coloreada y ecléctica mezcla de prendas la tercera, tres dicharacheras e irreverentes amigas travestis de Nazario animan la fiesta con una rifa de litografías de Anarcoma, la heroína detective trans, mitad Humphrey Bogart, mitad Lauren Bacall, icono del cómic underground y homoerótico. A través de ella retrató hace 40 años aquella Barcelona sórdida y canalla, de sexo, drogas y alcohol, de fines de los 70, que tan bien conoció.
Es la noche del miércoles en la plaza Real y Nazario está en su salsa. Le rodea su gente, amigos y amigas y la memoria de los que ya no están, como su íntimo y malogrado Ocaña, fallecido en 1983, por el que sintió un «flechazo» cuando le conoció y que hoy da nombre al restaurante que cobija la presentación de Anarcoma, con la que rompió tabús con sus viñetas de sexo gay explícito desde las páginas de El Víbora.
«En Anarcoma se follaba mucho y uno pensaba que la dibujaba alguien que follaba mucho», recuerda sin cortarse el escritor Javier Pérez Andújar, que hace los honores en el acto. «Hasta un papa, ¿no?». «Fue casualidad –sonríe Nazario–. Aún no lo era, luego se hizo vidente y papa, el Clemente del Palmar de Troya. Yo me movía en el mundillo de Sevilla ligando en los lavabos y tuvimos relaciones, sí. Pero hoy todos hemos cambiado. Entonces tenía 30 años y ahora 73, y a mi edad las pautas sexuales no funcionan igual. Y las pastillas me dan dolor de cabeza horroroso, así que sigo sacando partido al sexo lo mejor posible», confiesa a la entregada audiencia.
Y como padre, defiende a su criatura: «Bueno, hay alguna viñeta en la que no se folla. Hay entreactos, porque sino sería como una pelícu-
«No entiendo que hoy aún se tape el sexo, con tanta violencia y guerra en todas partes»
la porno y a mí no me gustan. A mis amantes sí, pero yo suelo estar de espaldas a la tele cuando ellos lo miran... En Anarcoma el sexo se da cuando toca y hay aventuras y parodia y gags de humor».
Como prueba lucen sobre la mesa las dos novedades: un volumen de lujo, publicado por La Cúpula, que reúne la obra gráfica completa deA narcoma,
Nuevas aventuras de Anarcoma y el robot XM2 (Laertes), donde novela una historieta que no llegó a dibujar. Ahí está la detective travesti en los b- a jos fondos del barrio chino, rodeada de transgresores personajes: los caballeros de la orden de San Reprimonio, el profesor Onliyú o el calvo y velludo robot XM2, «macho al cien por cien» y desenfrenada máquina sexual cuando le aprietan el ombligo.
«Anarcoma –apunta Pérez Andújar– era como un tumor anárquico y de libertad que le salió a la cultura» . Debutó en la revista Rampa y eclosionó en El Víbora: «Un acierto y un bombazo de Josep Maria Berenguer, que apostó por la cantera de dibujantes underground como Mariscal, Ceesepe, El Hortelano, Max... Yo era la tieta, porque era el mayor, ya tenía 30 años y la mayoría rondaban los 20».
«Pero hoy, cuando en la calle y la tele todo es violencia, guerra, palizas a mujeres... no comprendo que aún se tape el sexo. Es algo natural, que todos llevamos dentro», denuncia tras contar que la transgresora Anarcoma sí se editará en Francia pero no en Inglaterra y Alemania, donde le han dicho que «no es la época más adecuada para publicarlo» .
Hace un año ya publicó el primer volumen de sus memorias (en Anagrama), fruto de los recuerdos que desde niño escribe en sus diarios. Aún le queda mucho por contar.