DESIGNERS.
LONDON DESIGN FESTIVAL
Ana Domínguez-siemens nos resume sus hallazgos más estilosos en el London Design Festival.
Nos hemos lanzado a los más vanguardistas barrios de Londres para descubrir insitu lo mejor de esta pasarela crucial del diseño mundial. ¡Te contamos nuestros hallazgos desde el frontrow!
En busca de nuevos productos que nos dejaran huella, recorrimos el London Design Festival -uno de los destinos más importantes del diseño, que siempre nos nutre el ojo-, a la caza de piezas que aporten algo a nuestra cultura de diseño, ya sea en materiales, procesos o tipologías. Como la compañía danesa We Do Wood, ejemplo de sostenibilidad, que mostró sus muebles realizados en un bambú libre de químicos, pesticidas, herbicidas y fertilizantes, restaurando nuestra fe en que la preocupación por el planeta va en serio. La firma inglesa H Furniture hizo un ejercicio diferente, explorando el impacto del color en múltiples combinaciones en la silla WW, creada por el Studio Makgill sobre un diseño del mexicano estudio Hierve.
Hemos visto que los productos tecnológicos se aprestan a invadir nuestras casas de la mano de Sony y la Conran Shop: un pequeño artilugio que proyecta en cualquier superficie lisa desde una película a un reloj y un altavoz para escuchar música pensado como un objeto decorativo, realizado en cristal y con luz.
Entre los jóvenes que experimentan con nuevos materiales destacamos la colección Rust, de Ariane Prin, en un material a base de yeso mezclado con partículas metálicas que al oxidarse dan a cada pieza un aspecto diferente. Sin embargo, ha sido la innovación en el proceso con materiales tradicionales, como el metal o el mármol, la que informa las piezas de seis diseñadores capitaneados por el estudio inglés y galería de diseño Matter of Stuff.
>Entre ellas, las más interesantes, las piezas de Studio Uufie donde se confunden los límites entre el metal y la madera; las mesas de efectos ópticos hechos en mármol que asemejan tejidos, de Olga Bielawska, o los usos inesperados del metal de Tim Vanlier, que experimentó con el tema de la estratificación.
Otro grupo de diseñadores jóvenes se concentró en torno al Hotel Ace London del barrio de Shoreditch, que celebró la segunda colección Readymade Go, de objetos diseñados para el recinto, pero que se comercializan para todo el público. Diseñadores interesantes han realizado ya productos para él, como Tomás Alonso, cuyo cenicero es un must, o los taburetes de abedul de Philippe Malouin.
También, un diseñador consagrado, el inglés Sebastian Bergne, celebraba 25 años en la profesión, exhibiendo 25 objetos que ha autoproducido en este periodo, y lanzando su jarrita para agua o vino Drop, con sinuosa forma de gota. En el mismo tono escueto de formas, pero cargada de expresión, fue la selección de productos de 100% Norway, que este año estuvo a cargo de Max Fraser y que ponen a Noruega en el mapa del diseño seguro, sensato y eficaz.
Una sorpresa fue la reedición de 510, los muebles de las escuelas francesas, diseñados en los años 50 con nuevos colores y acabados por Label Edition, probablemente aprovechando el tirón que las piezas originales tienen en los rastros europeos. Entre ediciones exquisitas vimos la colección para la mesa Glaciarium de Fredrikson Stallard para Swarovski; y la lámpara Lacuna, de cristal soplado, que hallamos en la tienda de Tord Boontje, entre una insuperable colección de objetos exhibidos bajo el sugerente nombre de Electrocraft.
TRADICIÓN & TECNO.
“Lacuna”, ingeniosa lámpara de cristal soplado con un cable que activa el led en la zona superior, un diseño de Studio Furthermore que se ha presentado en la muestra “Electro Craft” en Londres.