“EN DECORACIÓN, EL DISEÑO PURO NO ES LO MÍO. NECESITO AÑADIR ARTE”

La sala de estar, que funciona de biblioteca, tiene el sello de Christian Liaigre. Suyas son las estanterías a medida, el sofá tapizado con lino; De La Cuona; los cojines étnicos y la banqueta de cuero que sirve de mesita central. Al fondo, en el vestíbulo, se aprecian dos escaleras africanas de principios del s. XX que se utilizan de percheros. El hall ya anticipa el estilo decorativo, sereno y con gran presencia del arte contemporáneo, que Amélie ha ideado para su casa. El neón del artista Jeppe Heinz, adquirido en la FIAC, da la bienvenida junto a una silla danesa, de Steen Ostergaard, y un taburete, de Pols Potten.

Amélie recurrió a uno de sus materiales favoritos, el mármol, en este caso blanco y dorado con vetas verdes y grises. Los sanitarios son de Boffi.

también impera la sobriedad: obra de arte, de Sarah Crowner; cabecero de pino blanqueado, diseñado por Christian Liaigre; lamparitas de bronce y cristal de Murano adquiridas en la Galería Stéphane Olivier; sábanas, de Portault, y colcha de de Hermès.