Los muebles son como joyas y el arte es espectacular en esta casa decorada por Ilinka Lukic.
El don de saber discriminar lo mejor y lo más bello no se aprende en una academia, se adquiere con experiencia vital, como la que exhibe la diseñadora de interiores Ilinka Lukic. Desde su estudio de interiorismo londinense Haka Designs frma proyectos, marcados por su exquisito gusto y su exigente ojo para componer refnadas atmósferas. De padre serbio y madre española, la diseñadora de interiores Concha Abós, Ilinka nació en España y se crió en este país y en Estados Unidos, pero su vida ha sido un constante ir y venir por diferentes latitudes y culturas, un way of life cosmopolita que ha enriquecido su bagaje personal. Uno de sus clientes compró una casa de 1.300 m2 y cuatro plantas, construida en el siglo XIX, en el corazón de Belgravia, uno de los barrios más exclusivos de Londres y del mundo, a pocos minutos de Hyde Park, y le encargó el proyecto de interiorismo. El edifcio había sido restaurado por los arquitectos Paul Davis+partners (ahora PDP London), quienes recuperaron los elementos emblemáticos de su época y de su estilo arquitectónico Regencia, devolviéndole su esplendor. Pero los propietarios, una pareja con tres niños, querían dar un sello más personal al interiorismo y que se adaptara a las necesidades de una familia contemporánea. Con estas premisas, Ilinka emprendió la tarea de renovar los ambientes, teniendo en cuenta su historia y su contexto. “Mi objetivo fue establecer un vínculo entre los elementos patrimoniales de la arquitectura del edifcio con los detalles de su interior, como son los paneles, las molduras, los altos techos y los espacios gloriosos; acomodando todo ello con el gusto contemporáneo de mi cliente y ajustándolo con sus necesidades de vida familiar. Para ello, busqué en un gran número de galerías hasta dar con las piezas adecuadas”, nos cuenta Ilinka. La distribución original se mantuvo, de modo que salones y espacios comunes se dejaron en la planta baja, y las superiores se reservaron para los dormitorios y otras zonas privadas. “Contamos con la difcultad de que al tratarse de espacios de grandes proporciones, la mayoría de los muebles tuvieron que hacerse a medida para conseguir la escala apropiada”, señala. Su estilo es versátil, y en él las mezclas de estilo tienen cabida, siempre que las piezas elegidas sean de máxima calidad. “Las cosas buenas funcionan bien juntas. Eso lo aprendí de mi madre”, afrma. Este savoir faire incluye poner a convivir muebles a medida de materiales nobles con piezas de ediciones exclusivas o limitadas de designers como Hervé Van Der Straeten, Studio Drift, Emmanuel Babled, con selectos objetos de cristal, obras de arte contemporáneo y los exquisitos textiles de Hermès, Bruno Triplet o Toyine Sellers Atelier... La búsqueda de la excelencia en la calidad llevó a la diseñadora a crear su propia línea de textiles para el hogar, Ilinka Collection. “Hemos hecho una labor de comisariado. Encontrar las piezas de arte y el mobiliario adecuados, y encajarlo todo, crear un espacio intemporal , en el que cada espacio sea adecuado a su función. Hacer que todo se vea bien y que funcione armoniosamente es un reto”.