EN HONOR A LA CURVA.
Líneas sinuosas para esta vivienda belga de los arquitectos Bart Lens y Thijs Prinsen.
Nadie diría que, tras la apariencia angulosa y contundente del exterior de esta casa, ubicada en un pequeño pueblo de Bélgica, se esconden unos suaves y redondeados interiores en plena conexión con la naturaleza, ¡hasta un punto verdaderamente sorprendente! ¿Sus artífices? Los arquitectos Bart Lens y Thijs Prinsen.
Diseñada por los arquitectos belgas Lens°ass Architecten, éste es el hogar de una pareja sin hijos con un estilo de vida muy singular, que soñaban con vivir en una casa que tuviera un diseño visiblemente innovador. “Primero nos pidieron que transformáramos una casa existente ubicada en la parcela contigua. Debido a que su techo tenía una altura estándar, las propuestas que hicimos no terminaban de encajarles con su idea de vivir en un espacio interesante y especial. Pero como también eran propietarios de esta otra parcela, optamos por hacerles otra propuesta basada en una gran área de día más una zona para dormir con impresionantes alturas de techo. Les gustaron los primeros bocetos tal como eran, así que nos olvidamos de la otra casa y comenzamos un proyecto desde cero”, recuerda Bart Lens. Cuenta con dos niveles. En la planta baja, elevada un metro sobre el nivel del suelo, se encuentran la cocina y la sala de estar con chimenea. Enormes muros de vidrio inundan de luz estos espacios, al tiempo que los conectan con el paisaje exterior y el área de terraza. Debajo, en una planta subterránea, se ubica el dormitorio en suite de la pareja, con una espectacular bañera robada al suelo, más un despacho. Aunque por fuera resulta un volumen muy rectilíneo y contundente, su diseño interior está basado en dos cilindros que definen la distribución.