BAJO LA PIEL.
La casa parisina de la diseñadora de ropa de Les Héroïnes, obra del arquitecto Diego Delgado Elias.
Armonía y equilibrio entre pasado y presente es la apuesta estética en esta casa parisina de sofisticada decadencia. En ella vive y trabaja la directora creativa de la firma de ropa Les Héroïnes. Su amigo, el arquitecto Diego Delgado Elias es autor del proyecto.
Ella, mujer de mundo y fundadora de la firma de ropa para ceremonias Les Héroïnes, quería una casa en la Ciudad de la Luz. Pero no una más que añadir a la numerosa lista de residencias en las que había vivido a lo largo y ancho del planeta, Vanessa Cocchiaro deseaba un piso que fuera también el estudio de trabajo por antonomasia, el showroom, e, incluso, el inspirador plató en el que fotografiar sus colecciones prêt à porter, especializadas en trajes de noche y bodas: damas de honor, novias y madrinas del siglo XXI. Él, arquitecto peruano afincado en París, diseñador de muebles y amigo personal, le ayudó a encontrar su vivienda ideal a orillas del Sena. Además, recibió el encargo (y carta blanca) para transformarla a su carismático modo, con la única premisa de que reflejara el carácter de la dueña y de su proyecto empresarial. La renovación del inmueble fue integral, incluyendo redistribución interior y construcción de baño y cocina. Sin embargo, Delgado Elias rizó el rizo imprimiendo un “barniz” de antigüedad, que se ha convertido poco a poco en la impronta de sus trabajos. El arquitecto recreó un escenario elegante, desprovisto de piel, que hablase del paso del tiempo. “Me gusta dejar algunas de las cosas que encontramos en el lugar, antes de cada renovación. Es una manera de abrazar el pasado a través de su pátina. Las habitaciones, por ejemplo, tenían un papel pintado viejo y deslucido, y al retirarlo, nos encontramos la rica textura de las paredes desnudas, y decidimos mantenerlas así. Lo hemos hecho antes en otros proyectos y ya es casi nuestro sello”, explica. Para contrarrestar esa caja despojada de piel, la decoración tiene como objetivo dulcificar los ambientes, arroparlos, llenarlos de calidez. El color es la primera y más importante herramienta, con una paleta de rosas y burdeos inspirada en azulejos y mármoles que se hallaban en el apartamento. “Es una gama cromática que funciona muy bien con el universo de la marca de Vanessa”, asegura Diego. En la mayoría de las habitaciones es bastante tranquila y restringida, pero en la cocina la ruptura es total, y la puesta en escena -audaz y sorprendentejuega con el cromatismo y los acabados: “tenía miedo de que fuera demasiado dramática, aunque finalmente ha resultado uno de los espacios favoritos de la propietaria”. Y es que Delgado Elias ama el contraste y los golpes de efecto, dos variables que aplica también a la hora de elegir muebles y adaptarlos a cada habitación, elegantes conjuntos que dejan aire alrededor dando visibilidad a la bella caja. El mobiliario vintage de procedencia italiana, belga, francesa, es el preferido de la dueña, como también las piezas art déco. Pero, sobre todo, destacan en los interiores elementos a medida diseñados por el propio arquitecto, como la mesa de comedor o el sofá de la sala de estar. Su forma sigue la línea trapezoidal de la habitación y fue necesaria una grúa para meterlo por la ventana. Sin duda, no hay obstáculo que no salve la creatividad de Diego Delgado Elias. Unida a la de Vanessa Cocchiaro, el resultado es esta casa formidable,
• con todo el charme parisino... y una gran historia que contar.
“UN ESPACIO NUEVO CARECE DE PERSONALIDAD; MEZCLAR MATERIALES Y PIEZAS DE ÉPOCA DARÁ EL ESTADO DE ÁNIMO DESEADO” (DELGADO ELIAS)