PHILIPPE STARCK
5 MINUTOS CON EL GENIO
“No vivo en la vida real, yo lo hago en la fantasía, en la poética, la única importante
Por él supimos, a finales del siglo pasado, que todos teníamos derecho al diseño. Gracias a su discurso, las piezas útiles que, además, eran bellas, empezaron a ser deseadas y usadas por el común de los mortales. Hoy su narrativa sigue estando dirigida a la sociedad, pero el mensaje ha cambiado. Así nos lo cuenta.
Tanto sentido práctico... ¿Dónde queda la poesía?
A medida que me he hecho mayor, he comprendido que es lo único importante de la vida, crear poesía y encontrarla en todo: en la luz, en los materiales, en un color... Me tiene gobernado, si usas tu cerebro, tus manos, tus ojos, tus oídos para recogerla, es muy fácil transmitirla. Tanto es para mí que ya no vivo en la vida real, vivo en la fantasía, en la vida poética. ¿Se arrepiente de algo del “diseño democrático”?
De que la batalla aún no haya acabado. El diseño democrático es una combinación de tres parámetros: aumentar la calidad, bajar el precio y compartir con todos. Hemos tenido éxito en la calidad de los productos, bajar el precio podría ser mejor, estamos al 70% del objetivo, pero nos falta aún que el producto perfecto llegue a todo el mundo. África, Asia, parte de Occidente, no tiene acceso a los precios justos, por no hablar de la alimentación o la educación. Para que el diseño sea democrático, hoy tiene que ser también demográfico y, por supuesto, ecológico. Todo será perfecto cuando todos mis productos estén completamente hechos de materiales ecológicos o plástico ecológico. No participo en el movimiento “plastic bashing”; no debemos confundir los millones de bolsas de plástico que se usan una vez y la silla de plástico que guardamos durante treinta años.
¿Por qué aceptó este encargo de B&B?
Estoy enamorado de las personas que hay detrás de la marca, compartimos los mismos valores: la honestidad, el no poner en primer lugar el dinero o el marketing. También, conseguir productos eternos trabajando con las mejores calidades que existen y, por último, tomarnos el tiempo que sea necesario hasta que las cosas estén bien. Pero, sobre todo, cultivar la elegancia en cada uno de los pasos del proceso,
• solo así será elegante el resultado final.