DE AQUÍ... AL CIELO.
Bill Bensley firma el Hotel de la Coupole by MGallery Hotel Collection en Vietnam.
En pleno valle Sapa, en Vietnam, descubrimos el Hotel de la Coupole by MGallery Hotel Collection diseñado por el inconfundible Bill Bensley, cuyas manos han hecho magia mezclando el colonialismo francés con las tradiciones milenarias del lugar.
ENTRE TRIBUS, NUBES Y COLINAS, LA SILUETA DEL HOTEL DE LA COUPOLE DESTACA POR SU INTENSA Y COLORIDA FORMA DE MIMETIZARSE
Cuando le propusieron a Bill Bensley llevar a cabo el diseño del Hotel de la Coupole, en Vietnam, su mente comenzó a volar sin posibilidad de vuelta atrás. La arquitectura colonial francesa se entremezclaba con una apasionante propuesta decorativa inspirada en la cultura autóctona llena de arrozales y colores intensos. Un sombrero de lunares de 1920 encontrado paseando por un mercadillo de París fue el catalizador de todo lo que vino después. De repente surgió un vestíbulo lleno de baúles vintage de viaje, maniquíes de modista, grandes carretes de seda de las tribus locales… “Diseñar un hotel a raíz de esta idea, de la mezcla cultural de la zona y la influencia francesa… ¡qué maravilla poder hacer esto!”, nos comenta Bensley. Las montañas de Hoang Lien fueron una vez refugio de verano de los ejecutivos franceses que huían del calor sofocante de la ciudad de Hanoi. Cinco horas en coche les separaban de ese rincón donde los bancos de arrozales se tornaban dorados y donde las tribus de Red Dao y H’Mong les recibían con un colorido inusual. Y esa fusión es la que encontramos en cada detalle del hotel. La alta costura francesa lo invade todo, suelos, techos y paredes que se dejan vestir por textiles intensos. Durante 7 años, el diseñador estuvo descubriendo y comprando piezas exclusivamente para este espacio en decenas de viajes. “No todo tiene que ser siempre nuevo. He hecho un esfuerzo considerable para utilizar, no cientos, sino miles de antigüedades recopiladas a lo largo de todo el mundo, para contar la historia de cómo los franceses trabajaron con los vietnamitas cuando estuvieron aquí. Adoro la idea de reutilizar objetos antiguos porque le dan a un lugar una sensación especial que verdaderamente no puedes obtener de algo nuevo”. Una apuesta por la artesanía de lujo que nos lleva a disfrutar de piezas tan singulares como el techo del restaurante de la azotea, hecho con 3.600 azulejos de espejo cortados a mano; librerías de alturas imposibles; aparadores pintados a mano y sillones inspirados en modelos icónicos, que hacen de éste un hotel en el que sentarse en cualquier rincón a observar puede ser una experiencia de lo más sugerente. Uno de los espacios favoritos de Bill Bensley es el Gran Bassin, la piscina climatizada de marcado estilo art nouveau en el que confluyen el verde esmeralda de las columnas, el rosa intenso de las lámparas colgantes y el bronce de las esculturas a tamaño real de nadadores olímpicos a punto de zambullirse de lleno en el agua. El exterior, por su parte, es una clara reflexión en torno a la arquitectura que colonizó Vietnam a finales del XIX. Balcones de hierro torneado, grandes ventanales enmarcados en ese mismo hierro negro, que se extiende por la cúpula y por todos los elementos constructivos que recorren la fachada. Entre ellos destaca el puente colgante que une los dos extremos del edificio que ha sido construido en forma de "U". Al fondo, el valle de Sapa, con su intenso verde que, dependiendo de la época del año, refleja mil matices dorados y hace de este paisaje el marco perfecto para desconectar y, por qué no, conectar con nosotros mismos. El interiorismo, bien entendido y
• bien ejecutado, nos puede cambiar la vida.
"ADORO LA IDEA DE REUTILIZAR OBJETOS ANTIGUOS PORQUE LE DAN A UN LUGAR UNA SENSACIîN ESPECIAL"