LA CASA DESPRENDE UN AIRE ATEMPORAL, SOFISTICADO PERO AL MISMO TIEMPO ASILVESTRADO
“Usamos piedra y una compleja técnica de pintura que hace que la pared parezca muy texturizada, lo que da una gran sensación de estar en una casa de pescadores. La decoración es un equilibrio entre piezas de diseño y otras hechas a mano, pero con color por todas partes. En primer lugar, tuvimos que combinar los dos jardines que tenían cinco metros de desnivel entre ellos y utilizamos el espacio para crear un efecto escultórico y terrazas. La obra del artista Richard Serra fue la inspiración para este espacio exterior”, nos cuenta orgullosa. Para la casa principal, utilizaron piedra de la Toscana para el suelo, piedra combinada con micro cemento para los baños, azulejos antiguos de Sevilla...
En cuanto al mobiliario, “la mayoría de las piezas están fabricadas a mano por Can Castello, un increíble carpintero de la isla, y me encantan; también adoro la consola de los hermanos Campana, mis adquisiciones de Piet Hein Eek y, por supuesto, mi mesa de comedor al aire libre que es un gran tronco de árbol”. Sofia Barattieri confiesa que la casa refleja gran parte de su personalidad, especialmente la que tienen que ver con el estilo de vida de Ibiza. Por eso, no cambiaría nada. “Siento que es perfecto ahora que terminé la poolhouse, que en los últimos tres años tuve todo el tiempo para corregir cualquier
• error y que finalmente la casa nos queda como un guante”.