La casa de moda
Gaia Trussardi es la artífice de la campaña de las fragancias de la ‘maison’. Su concepto desenfadado de la elegancia ha conquistado al ‘fashion system’. Quién le hubiera dicho a Dante Trussardi, aquel joven emprendedor que hace un siglo confeccionaba a mano los mejores guantes de piel de Italia en su pequeño taller de Bérgamo, que su bisnieta Gaia (Milán, 1979) llevaría su apellido a lo más alto de las pasarelas del mundo entero. Eso con permiso de su nieto Nicola (padre de ella, fallecido en 1999), que en los años 70 hizo de esta firma una de las mayores enseñas italianas de lifestyle, con 140 tiendas en todo el mundo. Ahora, la marca del lebrel (emblema de la maison desde 1973) se concentra en consolidar los complementos, su seña de identidad, y relanza sus perfumes icónicos, Trussardi Donna (96 €) y Trussardi Uomo (87 €), con una nueva campaña. «Hemos utilizado un lenguaje para una nueva generación, no en términos de juventud, sino en cuanto a comunicar de otra forma. ¡Los de 40 son jóvenes ahora!», resalta Gaia, directora creativa de la casa de moda, durante nuestra entrevista en el restaurante Trussardi
alla Scala de Milán. Gaia es una chica lista y conoce bien el poder de la palabra. Lo primero, porque supo absorber el universo que rodeó su infancia en la casa de Bérgamo, junto a la fábrica de pieles de la familia: «Jugaba por allí con mi skate. Recuerdo el olor de la piel... aprendí cómo es el negocio», evoca la creadora. También es curiosa, porque decidió estudiar Sociología, lo que perfeccionó su ojo para detectar las conductas sociales, algo nada ajeno a la moda. Y astuta en su concepción«Hay quiende la elegancia:piensa que es formalidad y estructura. Para mí es lo opuesto, y eso es lo que transmito: el estilo deconstruido». Ella misma es el vivo ejemplo de lo que expresa con su look de solista rock. No en vano ha concebido el proyecto musical de la banda The Good Company, que suena en la nueva campaña, cuyo ambicioso rodaje tuvo lugar en la exclusiva residencia Villa Necchi Campiglio de Milán. «Me apasiona lo que hago. Esta marca forma parte de mi ADN».