Belleza emocional
Bolsas, ojeras, ceño fruncido... Son estigmas faciales que denotan cansancio, tristeza o enfado. Por eso, el RETO de la medicina estética ya no es quitarte diez años de encima, sino devolverte una cara con buena onda.
La cara es el espejo del alma. O no. Porque, a veces, la imagen exterior no se corresponde con lo que estamos viviendo por dentro. A menudo, el rostro manifiesta cansancio, cuando, en realidad, hemos dormido del tirón; o nos lleva a parecer mayores, a pesar de que somos (y nos sentimos) jóvenes; e incluso muestra tristeza o enfado en instantes en los que no es ese nuestro sentir verdadero. «Las marcas físicas de la edad, así como el ritmo y el estilo de vida que llevamos, influyen en él y lanzan mensajes erróneos sobre el momento emocional por el que pasamos», indica el cirujano plástico y médico estético Mauricio de Maio (São Paulo, tel. +55 115 535 92 86). Es más, entramos en un círculo vicioso: si el espejo nos devuelve continuamente una estampa fatigada, pesarosa o malhumorada, es lógico que terminemos creyendo y transmitiendo que lo estamos. «Existe una relación directa entre gestos faciales y sentimientos», explica la psicóloga Silvia Álava (Madrid, tel. 917 67 20 31). De hecho, proponerse un cambio de actitud (ya sea a solas o bajo la orientación de un especialista) y combinarlo con la incorporación de pequeños gestos cotidianos, como la meditación guiada, respirar de forma consciente, practicar deporte o maquillarse, puede surtir el doble de efecto. La experta también sugiere sustituir los pensamientos negativos por ideas positivas, repitiendo mantras que nos empujen a levantar el ánimo –aplicaciones como 3 Minute Mindfulness y la meditación dirigida por la top Verónica Blume dentro de la app de la marca de cosmética natural Rituals contribuyen en la tarea (disponibles en App Store y Google Play)–. Otra forma de mejorar nuestro estado de ánimo es corregir las muecas del semblante. Y, en este sentido, la medicina estética tiene mucho que decir. «Porque el objetivo de la mayoría de las intervenciones, hoy por hoy, no suele consistir en rellenar las arrugas o en parecer diez años más joven, sino en lucir una expresión que sea más positiva», asegura el doctor Mauricio de Maio. Para cosechar un buen resultado, lo primero es diagnosticar la causa morfológica de las manifestaciones negativas. Suena complicado, pero no lo es. «A base de repetir los mismos gestos, algunos músculos de la cara (como el del entrecejo, el orbicular y el depresor del labio) aportan un aspecto disgustado o cansado. Con los años, también los huesos de los pómulos y la mandíbula se van reabsorbiendo; como resultado, perdemos sostén y sujeción. Aparte, la grasa que tenemos en las mejillas y alrededor de los ojos gira sobre sí misma y desciende, lo que provoca flacidez», detalla la médico Mar Mira (Madrid, tel. 915 62 67 13). ¿La solución? Relajar la musculatura que fija esos gestos con bótox, restituir los volúmenes que se van perdiendo y rellenar e hidratar con ácidos hialurónicos específicos, como Voluma, Volift, Volbella o Volite, todos de la marca Allergan y que El uso de vegetales adaptógenos (los que, según la Teoría Sistémica, contienen sustancias capaces de estabilizar los procesos fisiológicos), ya sea por vía oral o tópica, «puede aumentar la energía y la capacidad del organismo para soportar desequilibrios emocionales, fatiga o estrés», dice John Tsagaris, experto en medicinas tradicionales chinas.
BÓTOX APLICADO SOBRE LAS ARRUGAS DEL ENTRECEJO, ES CAPAZ DE ALIVIAR GESTOS DE DISGUSTO Y FATIGA «Incrementa la resistencia y el vigor, sobre todo después de una enfermedad, un periodo de estrés prolongado o un ejercicio extenuante», señala el especialista.
ASTRÁGALO
cuentan con distintas densidades para cometidos diversos. A la vez, resulta útil complementarlos con técnicas como los ultrasonidos o los hilos tensores. Eso sí, es necesario armarse de paciencia y preparar el bolsillo, porque en un día no se puede alcanzar todo. «Suele tardarse una media de un año en llegar al objetivo», advierte la doctora Mira. Y el precio por sesión va de los 395 € si hablamos del bótox a los 750 para el tratamiento basado en hilos.
Si nos fijamos en la cara de cansancio, los signos se concentran en los ojos: bolsas, ojeras, exceso de tejido en los párpados y cejas caídas. «La solución pasa por aplicar ácido hialurónico en la zona alta de los pómulos y en la cola de la ceja, respectivamente. Así, conseguimos tensar y elevar la zona, lo que disimula las bolsas. Si también pinchamos uno fluido directamente en la ojera, se evita que esta profundice», apunta De Maio. Por otro lado, la infiltración de bótox relaja los músculos del entrecejo y las patas de gallo y alza las cejas. «Y, con una sesión de ultrasonidos focalizados Ultherapy, se tensa y compacta la piel de los párpados sin cirugía», remata Mira. La expresión de melancolía y falta de empuje queda de manifiesto en la caída tanto del canto de los ojos como de las comisuras de la boca. «De ahí que introduzcamos ácido hialurónico de alta y media intensidad en la parte alta de los pómulos, en la depresión de las sienes y en la cola de las cejas, técnicas que brindan soporte y elevación al contorno ocular», explica el doctor Mauricio de Maio. Sin embargo, en este caso, en lugar de inyectarlo de modo directo en las comisuras, se emplea en las mejillas, el mentón y los labios, con el propósito de añadir firmeza a estos últimos, rellenarlos y lograr que se muestren más fuertes y jugosos. Como plus, «al infiltrar unos hilos tensores de ácido poliláctico con conos reabsorbibles Silhouette Soft en los pómulos y en el ángulo de la mandíbula, se obtiene un efecto lifting
DEMASIADO ESTRÉS SI SE MANTIENE A LO LARGO DEL TIEMPO, ES POSIBLE QUE SE MANIFIESTE CON SIGNOS PREMATUROS DE LA EDAD, COMO ARRUGAS O FLACIDEZ LOS GESTOS ESTÁ DEMOSTRADO: AQUELLOS QUE REPETIMOS PUEDEN INFLUIR EN NUESTROS SENTIMIENTOS