Déjate llevar
MMi tía Vittoria era toda una influencer. Había residido en París, leía revistas de moda y adoraba beber Dry Martini. En mi casa, no se tomaba ninguna decisión sin contar con su opinión. Un día, por ejemplo, nos convenció de las bondades del jengibre –que era sanísimo, que adelgazaba, que daba energía, que alargaba la vida–; lo hizo con su carisma y entusiasmo innatos, tanto que durante meses mi madre estuvo añadiéndole a cada plato que preparaba un innovador toque de ginger. En mi colegio, la prescriptora era Francesca, amiga y compañera de pupitre, de pelo largo y cuerpo espigado, que una mañana llegaba al cole con vaqueros de campana y zuecos de madera y, a la semana siguiente, otras diez niñas teníamos unos vaqueros idénticos y los mismos zuecos. Siempre han existido los que van por delante, los que anticipan el camino y nos guían con su manera de pensar, de sentir y de ser. La influencia se ha convertido en una forma de ganarse el sueldo, en una profesión gracias al poder las redes sociales, que amplifican el mensaje, la foto y el vídeo. Ahora los pequeños no quieren ser cantantes ni futbolistas: sueñan con ser instagramers o youtubers. Hemos entrado en una nueva era. Las universidades más prestigiosas del mundo, como la Bocconi, en Milán, y la Complutense de Madrid, confiesan que no queda ni una sola silla libre en las clases de social marketing.
En nuestro número de noviembre, homenajeamos a los influencers de distintos ámbitos, desde la moda hasta la música. Nos encontramos en Barcelona con la seguidísima Gigi Hadid, que acumula millones de
likes y todos los emoticonos con los que las redes sociales premian a sus favoritos. Hablamos con Manolo Blahnik, el mítico diseñador, que no para de influir en las mujeres y en su manera de caminar con elegancia por el mundo. Fotografiamos en Milán a la modelo Ashley Graham, que está consiguiendo con su
hashtag #beautybeyondsize (belleza más allá de la talla) que miles de jóvenes amen sus curvas y abracen otros cánones de sex-appeal. Quedamos a solas con Pablo Alborán: más de 40 discos de Platino, dos millones y medio de copias vendidas y 14 candidaturas a los Grammy Latinos; no cabe duda de que esta estrella pop ha puesto banda sonora a los sentimientos de las nuevas generaciones. Compartimos confidencias con Charlotte Gainsbourg, un icono contemporáneo, fuente de inspiración de Nicolas Ghesquière (al frente de Louis Vuitton) y que conserva el ADN artístico de sus padres: es verla y oír Je t’aime, moi non plus... Finalmente, reunimos a las musas que bajan de la pasarela a la calle en nuestro flamante Street Style Book, que recoge las tendencias, las prescriptoras y los complementos que inspirarán tu manera de vestir este invierno. Porque en ELLE tenemos vocación de influencers. Detrás del ejemplar que sostienes en tus manos, se esconde el trabajo de más de 200 profesionales, entre fotógrafos, diseñadores, estilistas y periodistas. Cada uno es un visionario en su sector. Son ellos quienes nos guían hacia una canción, un libro, un sabor, una historia, un paisaje, un destino. Nos guían por la vida misma. Déjate llevar.