SÍ, PUEDES
eguro que más de una vez has tecleado en Google el nombre de alguien al que te han presentado o que ha contactado contigo por cuestiones de trabajo. Para saber quién es esa persona realmente, para formarte una idea de con quién estás tratando. Y, si eso lo haces tú, ten por seguro que también lo hacen los demás, desde potenciales empleadores hasta clientes, jefes y proveedores. Porque, en el mundo digital en el que nos hemos sumergido, nuestras credenciales profesionales, el retrato de lo que somos, se encuentra a golpe de clic. Y se trata de algo tan valioso y necesario como un buen curriculum vitae: las huellas que dejamos en Internet, aquello que, en general, es accesible de cara al público, es lo que da forma a lo que se conoce como marca personal, y puede beneficiarte tanto como perjudicarte si no controlas sus riendas.
«Es un error pensar que el universo online pertenece exclusivamente a los famosos, a las televisiones y a los grandes negocios», explica la consultora de personal branding Mireya Trías, que insiste en la idea de que «cualquiera puede desarrollar su marca personal». «No es obligatorio ser una celebrity ni un alto cargo ejecutivo –continúa–. Hablamos de un concepto que refleja todo lo que te define como individuo y como profesional, incluidos tus valores y tu manera de afrontar los retos». Todos tenemos nuestra marca, si bien no siempre somos conscientes de que hay que gestionarla. En este sentido, Trías recomienda ponerse manos a la obra y desarrollarla sin vergüenza ni complejos. «El momento es ahora. El modo en el que te presentas y muestras lo que haces te diferenciará de forma irremediable de otros que se dedican a lo mismo que tú. Es una labor que permite posicionarse profesionalmente y estar en evolución continua». Para afrontar el desafío, esta experta, con muchas horas de coaching a sus espaldas, sugiere una fórmula: «Sé tú misma y ten muy claro que el objetivo no es manipular, sino mostrarte como eres, en estado puro, original y auténtica», ya que, con el desarrollo El ‘personal branding’ también constituye una herramienta muy útil para avanzar y darle un giro profesional a tu carrera. Es el caso de una cliente de la consultora Mireya Trías, una empleada de banca que empezó a desarrollar su marca de la marca personal, no se busca la fama, aunque sí una mayor visibilidad y una buena reputación. Uno de los riesgos que se corren durante este proceso es intentar abarcar demasiado y salirse del camino concebido. «Todo lo que funciona en Internet y es utilizado por expertos, como el posicionamiento SEO, la presencia en las redes sociales y el inbound marketing, está muy bien, pero, en marca personal, tienes que ser tú. Si pierdes el foco de tu esencia, te convertirás en un satélite alrededor de los gurús del marketing digital. Y, entonces, estarás perdida en una nueva profesión que quizá no guarde ninguna relación con lo que te movió a desarrollar tu marca», advierte Mireya Trías. La meta principal de un proyecto de este tipo debe ser «dejar huella», explica la consultora. «Conseguir que, en cuanto los demás oigan tu nombre o vean tu estilo, sepan de lejos quién eres y, además, adivinen qué aportas». ¿Pero cómo se desarrolla una marca personal publicando contenido en las redes sociales y que completó su estrategia con un blog en el que analizaba y comparaba productos financieros. Al principio, pensó que su aventura ‘online’ podía perjudicarle (hablaba de empresas que eran competencia de la suya); sin embargo, su gracia y su originalidad acabaron valiéndole un ascenso y le abrieron las puertas de firmas internacionales que, de otra manera, habrían permanecido cerradas simplemente porque no sabían ni que existía.