ALIMENTOS ENERGÉTICOS
Por ejemplo, «las hay que relajan el sistema nervioso (verduras dulces como la calabaza, la zanahoria, el boniato o la cebolla); otras que lo excitan (vinagres y sal en exceso) y algunas que lo dispersan: azúcar refinado, bebidas frías y frutas tropicales», destaca Kindelán. Si bien con cualquiera de estos métodos es posible perder entre tres y cuatro kilos al mes, sus verdaderos El oncólogo Henri Joyeux formula esta pregunta en su libro ‘Come bien hoy, vive mejor mañana’ (Planeta): «¿Quién no anhela recargar las pilas con la energía adecuada que da la comida?». En realidad, la nutrición no aporta solamente calorías, sino que tiene un efecto vigorizante sobre el organismo. La experta en nutrición Pilar Benítez (Barcelona,
(Cúpula). Si quieres que esto no ocurra, existen ciertas pautas alimentarias que despiertan tu motor. La primera pasa por depurarte para limpiarlo de deshechos y excesos. ¿Cómo? «Tomando cada día entre uno y tres licuados de frutas y verduras con propiedades detox y diuréticas. Después, hay que continuar durante tres semanas con una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras, pescados, legumbres, grasas no saturadas y especias», concluye la doctora Vidales. ■ tel. 627 44 31 44) piensa que todos los alimentos salados, las conservas, los ahumados, el queso curado, los embutidos y la carne roja o procesada tensan el cuerpo. Además, el nutricionista e investigador Miguel Ángel Martínez, autor del ‘Estudio Sun’ sobre ingesta y riesgo de depresión a largo plazo, incorpora a la lista las bebidas azucaradas, las ‘fast foods’, los platos precocinados, el pan blanco, los refinados, los dulces y las patatas fritas. En el otro extremo se encuentran aquellos productos que mejoran la digestión y el estado de ánimo, como son las frutas y verduras de temporada, los cereales integrales, las legumbres, las semillas, las algas, el aceite de oliva o los pescados grasos.
PLANIFICA CON ANTELACIÓN
Reserva unos diez minutos a la semana para sentarte a escribir el menú de los próximos días.
Abre la agenda, toma nota de todos los planes que tienes durante la semana y, en función de ellos, programa los días que vas a poder comer o cenar en casa.
Calcula un gasto aproximado antes de salir, y apúntalo en tu libreta con la intención de ser más consciente del dinero que quieres pagar.
Bebe y come antes de ir al supermercado. Si vas con hambre, resultarás vulnerable a las tentaciones de los alimentos más hipercalóricos, ricos en azúcares, grasas y sal.
Elige aquellos que tengan la menor elaboración posible. Evita todo aquello que contenga aditivos, excipientes, azúcares, almidones, edulcorantes y potenciadores del sabor.
Una vez que hayas llenado la cesta, hazte la siguiente pregunta para cada uno de los productos que están dentro: ¿de verdad lo necesito? Todavía estás a tiempo de dejarlo.
Disfruta haciendo la compra en pequeños comercios especializados; ofrecen calidad, trato humano y gran asesoramiento profesional.
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