¿SIESTA? ¡YES, WE CAN!
Quién no se ha sentido sobrepasada, irritada, angustiada e incluso triste en algún momento de su vida. ¿Qué nos pasa, doctor? «Las mujeres han ido ocupando puestos cada vez más relevantes, con grandes responsabilidades que han sumado con éxito a las que asumían en casa. Y, así, se ha instaurado la idea de que son capaces de hacerlo todo, y, además, perfectamente. Se sienten en la obligación de estar a la altura en el trabajo, con sus familias y frente a sus propias expectativas», señala la psicóloga Marta Redondo. «Nos imponemos obligaciones fuera y dentro de casa, sin pensar si hay motivos o no para cumplirlas o si responden a cómo queremos vivir», añade la experta. Es el famoso TPYY (Todo Perfecto Yo y Ya). Y... ¿hay una cura al respecto? Sí. Un primer paso sería «registrar aquellos pensamientos que van en automático para comprobar si están desajustados y conseguir así generar otros más racionales». Pero cuidado: la ansiedad no va a desaparecer completamente, aunque se puede aprender a tolerar con técnicas como la relajación o la respiración abdominal, o bien tomándose una serie de pequeños breaks a mitad de cada jornada. Otra cosa que resulta bastante útil en este terreno es desarrollar la atención plena, o mindfulness, que consiste en «focalizar tanto las sensaciones corporales como los elementos del entorno. Sin juzgar, sin interpretar, sólo experimentando y sintiendo», como destaca Redondo. Descansar después de comer es lo mejor que se ha inventado para recargar las pilas. Lo dice hasta la NASA: 26 minutos es el tiempo ideal (según la agencia espacial estadounidense) para mejorar el rendimiento, reforzar el estado de alerta, consolidar la memoria y aumentar la percepción y las habilidades motoras. Y hay más: nos ayuda a estar más alegres, como decía el escritor Robert Heinlein: «La felicidad radica en dormir lo suficiente». Pero, ¿hace falta ser tan precisos con el reloj? Dejémoslo entre 15 y 30 minutos, que es lo que sugiere la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos. Si nos pasamos, alteraremos el ciclo nocturno. «La siesta es una pequeña desconexión natural durante el día; por eso, no debe prolongarse. De lo contrario, afectaría al Dormir es imprescindible para tener buen cara, pero... ¿sabías que hacerlo mal también te envejece? Según un estudio que ha publicado la prestigiosa revista ‘Aesthetic Surgery Journal’, descansar boca abajo o de lado aumenta las marcas. La doctora Purificación Espallargas (draespallargas.com), experta en medicina estética, lo explica:
«Las arrugas del sueño aparecen en los años anteriores y posteriores; corren horizontalmente en el cuello, y verticalmente en cara y escote».
«Causa presión y torsión, que se agravan por la oxidación de las células y el descenso de los niveles de ácido hialurónico y colágeno».
«Boca arriba, y mejor con un cojín de algodón a cada lado del rostro».
«Cremas con ácido hialurónico , antioxidantes y retinoicos; en la clínica, sesiones de plasma rico en plaquetas».
HACIA LOS 40 ALMOHADA LA POSTURA IDEAL REMEDIOS