ELLE

La ‘it girl’ Lulu Figueroa funde pintura y moda para Levi’s.

Acuarelist­a, aristócrat­a 4.0 e ‘influencer’. Lulu Figueroa funde pintura y moda en sus lienzos, que se llenan de pinceladas pastel y trazos DENIM.

- POR MARÍA LAUTENSCHL­AEGER. FOTOS: DARÍO ARANYO. REALIZACIÓ­N: BÁRBARA GARRALDA

Por sus venas corre sangre azul –su padre es el conde de Romanones– y es nieta de una de las mujeres más fascinante­s que han residido en España, la exespía estadounid­ense Aline Griffith. Sin embargo, esta aristócrat­a 4.0 se ha ganado otro título: el de it girl. «Me siento superhalag­ada. Sé que muchos lo consideran algo negativo, pero, en mi opinión, todo lo que supone inspirar a los demás resulta positivo». Lulu –así, sin tilde, con el acento en la primera sílaba– Figueroa Domecq (Madrid, 1986) se convirtió por méritos propios en una gran influencer

cuando, en el año 2013, fundó el blog Lulumai, gracias a la insistenci­a de su hermana mayor: «Solía recomendar­le sitios especiales, firmas e incluso restaurant­es. Y ella siempre me decía que tenía que compartir aquello con un público más amplio». No hablamos de una blogger

al uso, sino de una historiado­ra del arte y pintora con una sensibilid­ad especial, cualidad que plasma tanto en sus obras como en sus looks. Esta temporada combina sus dos pasiones –moda y lienzo– de la mano de Levi’s y su colección Pastel Colors,

para la que ha diseñado un packaging premium con su caracterís­tica rosa como elemento protagonis­ta. El resultado es una creación plástica con sello vaquero y de tintes muy dulces.

¿Cómo describirí­as tu obra hasta la fecha?

Mi trabajo representa con precisión cómo soy. Creo que hago cuadros que poseen una gran sensibilid­ad.

¿Cuáles son tus fuentes de inspiració­n?

Principalm­ente, la naturaleza. Es lo que me rodea. Aunque supongo que, como en todo, hay etapas. La gente me machaca preguntánd­ome por qué siempre pinto flores, pero es que, sinceramen­te, es lo que me apetece: me atraen su forma, su movimiento y su enorme variedad. También suelo dibujar a mis perros (Lora y Mollie). Los retratos me cuestan algo más, me imagino que porque en ellos interviene la conexión que hayas establecid­o con la persona a la que pretendes capturar con tus pinceles.

¿Qué pensaste cuando desde Levi’s te pidieron que diseñaras su packaging?

«IGUAL QUE UNA OBR A PLÁSTICA, LA ROPA SIRVE PARA EXPRESAR ESTADOS DE ÁNIMO Y SENTIMIENT­OS Y PARA PROVOCAR SENSACIONE­S»

Aluciné. Al principio un reto así me dio un poco de miedo. Asociar mi pintura con una firma con semejante historia me hacía muchísima ilusión.

La marca ha teñido sus diseños y sus icónicos 501 Skinny en tonos pastel. ¿Qué hay de mágico en esos colores?

Evocan juventud y un mundo idílico y aportan luz y buen rollo. Yo los utilizo un montón, especialme­nte el rosa.

Si tuvieras que pintar unos pantalones vaqueros, ¿cómo serían y a quién te gustaría vérselos puestos?

Estarían llenos de mis flores, de miles de ellas. Y lo que me encantaría es que los llevara todo el mundo (risas).

¿La moda también es un arte?

Por supuesto. Es otra forma de expresar tu estado de ánimo y lo

que sientes. Creo que la moda y la pintura se unen en numerosos aspectos, desde las fuentes de inspiració­n hasta los colores y estampados. Se compenetra­n. Ambas conectan con el público al provocarle sensacione­s.

¿Te has planteado dar el salto al diseño?

Ayer justo hablaba de ello, de afrontar nuevos retos. Sinceramen­te, me produce respeto. Pero nunca se sabe. Haría algo muy concreto, quizá tres o cuatro prendas que la gente pudiese asociar conmigo.

En tus pinturas te inspira la naturaleza. ¿Cuáles son tus influencia­s fashion?

Para mí Audrey Hepburn es el gran icono: como mujer trabajador­a, como actriz... Es más, cuando me casé mi primera opción para el vestido se basaba en el que llevó ella en su boda con Mel Ferrer. Era tan elegante y tenía tanto estilo...

Por cierto, ¿qué entiendes por estilo?

Mi marido odia que lo diga porque suena un poco tópico, pero, en mi opinión, consiste en que seas tú misma. En no dejar que tu look

lo marquen las tendencias u otras personas. Por supuesto, está bien inspirarse, pero siempre hay que mantener la esencia personal. El estilo también evoluciona con el tiempo, e incluso puedes ir trabajándo­lo. Probableme­nte, si viese ahora cómo iba vestida hace diez años, me daría algo (risas).

¿Cuál es tu primer recuerdo relacionad­o con la moda?

Cuando éramos niñas, mis primas y yo nos metíamos en el armario de mi madre y en el de mi tía. Y nos lo poníamos todo. Nos encantaba disfrazarn­os y jugar a ser diferentes personajes. ¿Cuándo fichaste tus primeros 501? No sé la edad exacta, pero sí me acuerdo de que eran vintage, de segunda mano. Me dedicaba a cortarlos yo misma... Hasta que me arrepentí y no me quedó más remedio que ir a comprar otros. Creo que tienen algo especial, tal vez sea por la rigidez de la tela... No sé por qué, pero yo los vinculo a la época en la que me enganché a la serie Friends. Me evocan felicidad. ¿Tu abuela te dio algún tip de estilo?

A ella le gustaba ir muy sencilla y realzar siempre la figura. Nos decía que el secreto es maquillars­e sin que nadie note el maquillaje.

Como espía de la antigua CIA, fue una mujer con una vida realmente apasionant­e. ¿Cuál de sus historias o anécdotas es la que más huella te ha dejado?

Siempre lo novelaba todo un poco. Hay cosas que no sé si serán verdad, como que una vez mató a un hombre con un periódico enrollado. Pero, fundamenta­lmente, nos hablaba de la gente que conoció. Por ejemplo, Jackie Kennedy y Audrey Hepburn, que estuvo en su finca, en Pascualete.

En plena revolución feminista, Aline Griffith emerge como un icono de su época.

Por supuesto. Mi abuela era una mujer muy ambiciosa; pensaba que hay que trabajar para autorreali­zarse y no depender de nadie. Siempre quiso que nosotras, sus nietas, nos esforzásem­os. Para mí fue un apoyo constante.

¿La retrataste alguna vez?

No. Tengo esa espinita clavada. Se lo pedí, pero era muy presumida y no quería. Aunque aún estoy a tiempo: siempre puedo coger una foto para inspirarme. Nunca es tarde. ■

«MI ABUELA NOS CONTABA HISTORIAS SOBRE LA GENTE QUE CONOCIÓ, COMO JACKIE KENNEDY Y AUDREY HEPBRUN»

 ??  ?? Lulu Figueroa lleva cazadora ‘denim’, camiseta de algodón y vaqueros de Levi’s.
Lulu Figueroa lleva cazadora ‘denim’, camiseta de algodón y vaqueros de Levi’s.
 ??  ?? Camisa con estampado tropical, camiseta azul con logo y vaqueros blancos de talle alto, todo de Levi’s.
Camisa con estampado tropical, camiseta azul con logo y vaqueros blancos de talle alto, todo de Levi’s.
 ??  ?? Camisa ‘denim’ y vaqueros de Levi’s y pulsera multicolor de Guanabana. Abajo, la lámina de Lulu para Levi’s.
Camisa ‘denim’ y vaqueros de Levi’s y pulsera multicolor de Guanabana. Abajo, la lámina de Lulu para Levi’s.
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