A solas con la ‘top’ Liya Kebede.
Filántropa, comprometida y familiar, la ‘top model’ etíope, imagen de ‘Eternity’, de Calvin Klein, nos abre las puertas de su corazón y de su vida.
Actriz, madre, diseñadora, modelo y embajadora de buena voluntad de la Organización Mundial de la Salud. Hablamos de la poliédrica top etíope Liya Kebede (Adís Abeba, 1978), que en el año 2000 fue seleccionada personalmente por Tom Ford –entonces, director creativo de Gucci– para que desfilase con él. Desde entonces ha trabajado con las mejores casas de la escena fashion, incluidas Calvin Klein, Ralph Lauren y Louis Vuitton, y ha roto moldes: en 2003 marcó un hito en el mundo de la belleza al convertirse en la primera mujer negra en firmar un contrato con el grupo Estée Lauder y brillar así como imagen de una de sus marcas más potentes. Este 2018 el perfume Eternity, de Calvin Klein, cumple 30 años. Y ella, como musa de la fragancia, nos explica qué significa el amor eterno. De todas tus facetas profesionales, ¿con cuál te quedas?
La verdad es que tengo muchos roles, y todos me encantan porque me completan. Para mí siempre ha supuesto un reto evolucionar y hacer cosas nuevas y diferentes.
Tienes dos hijos. ¿En qué medida la maternidad ha cambiado tu vida?
Ser madre es una experiencia abrumadora, y lo digo en el sentido más maravilloso de la palabra: tu mundo y tus prioridades se transforman de la noche a la mañana. A mí me ha inspirado para centrar mis esfuerzos en ayudar a otras madres. De hecho, ese fue el origen de mi fundación.
¿Qué es el amor eterno para ti?
Es el amor que siento por mis hijos.
¿Qué valores les transmites?
He intentado hacer exactamente lo mismo que hicieron mis padres conmigo y
POLIFACÉTICA «TENGO MUCHOS ROLES, Y TODOS ELLOS ME COMPLETAN. SIEMPRE HE QUERIDO EVOLUCIONAR, HACER COSAS NUEVAS Y DIFERENTES»
demostrarles lo importante que es ayudar a los demás. Es algo que yo también me aplico en el día a día.
¿Cómo definirías el perfume Eternity?
Es atemporal, muy romántico y lujoso.
¿Qué supone para ti ser imagen de una fragancia tan popular?
Es un honor. Se trata de una creación con mucha historia, y la campaña se centra en el amor y en la familia, conceptos con los que me identifico. Describe ese querer sin límites que los padres sienten por sus hijos.
Por tus diferentes experiencias profesionales has viajado por todo el mundo. ¿Queda algún sitio que te apetezca conocer?
He estado en un montón de países. Sin embargo, sorprendentemente no he parado en uno de los más grandes: la India. ¡Tengo muchas ganas!
¿Qué consejo de trotamundos puedes darnos para una maleta perfecta?
Me encantaría tener el secreto, pero... Sobre el papel, diría que lo ideal es no ir demasiado cargado y llevar básicos infalibles que conjunten con todo. Suelo viajar con camisetas, jerséis de cachemir, vestidos de mi marca (Lemlem, lemlem.com) y un fular, porque en los aviones siempre hace bastante frío.
¿Cómo nació Lemlem?
Fue durante una estancia en Etiopía, mi país, en la que descubrí la lucha de los artesanos de las telas para vender sus piezas. Se me ocurrió crear la firma como una oportunidad para ellos, para dar a conocer y celebrar en todo el mundo su savoir-faire.
¿Dónde encuentras la inspiración de tus colecciones?
En cualquier sitio. En muchas ocasiones son fruto de mis viajes. Me paso el día mandándole fotos a mi equipo creativo, es algo constante.
¿Cuál es el último destino que te ha conquistado?
El verano pasado estuve en Cerdeña. Y fue un auténtico descubrimiento. El hotel Cala di Volpe (caladivolpe.com) es impresionante, con unas vistas increíbles. En su restaurante sirven la pasta más buena que he probado, es muy recomendable. Sin salir de la isla, también tiene muchísimo encanto visitar Porto Rotondo, una apuesta segura. Italia es un país fantástico. ■
DISEÑADORA «ME LANCÉ A CREAR MI MARCA EL DÍA QUE DESCUBRÍ LA LABOR DE LOS ARTESANOS DE LAS TELAS EN ETIOPÍA»