TÁNDEM perfecto
Con su sonrisa y su naturalidad como tarjeta de presentación, la modelo y empresaria Martina KLEIN habla de moda, amor y humor, su cóctel del éxito.
Vestido camisero con estampado de rayas, camiseta blanca de pico, vaqueros en blanco, pañuelo de seda bicolor y sandalias con ‘print’ de pitón, todo de Cortefiel.
Blusa de algodón con bordados y volantes y pantalones a rayas con cinturón, todo de Cortefiel.
«MIRO LA MODA CON COMPLICIDAD, CON NOSTALGIA Y CON CARIÑO. ¡YA NO PUEDO SEGUIR SU RITMO!»
Sonrisa serena, actitud honesta y espíritu espontáneo. Martina Klein (Buenos Aires, 1976) es otra cosa. Es una mujer natural, curiosa, inquieta y llena de ganas de probar y de probarse. Se puso por primera vez ante una cámara profesional a los 16 años. Después se subió a las pasarelas de Victorio & Lucchino y Alexander McQueen. Su rostro ha sonreído –y continúa haciéndolo– desde un sinfín de portadas. Ha contado chistes con gracia en televisión, interpretado a damas del Siglo de Oro en el cine, presentado programas, escrito para periódicos y asombrado a niños con sus novelas infantiles ¡Zaska! Empresaria de decoración e interiorismo con Lo de Manuela, lleva una vida plena junto a su pareja, Àlex Corretja, antes tenista y hoy comentarista deportivo, y sus cuatro hijos. Y, para esta temporada, protagoniza el fashion film de Cortefiel Por si acaso, con el actor Javier Rey y la presentadora Eva González. Una campaña que desvela cómo preparar la maleta cuando llega esa escapada primaveral tan cargada de planes.
Por si vas a cenar, a la playa, haces deporte... ¿Cuáles son tus por si acaso? ¡Cientos! Desde por si llueve hasta mi libro de lectura. Este, de hecho, es un por si acaso obligatorio. Lo llevo para tener la conciencia tranquila. Viaja por el mundo sin que el separador se mueva de la página inicial.
Sin duda, lo de la maleta es un arte. Por eso esta campaña de Cortefiel ha dado en el clavo. La película termina donde empieza el viaje y pone imagen a todo ese proceso mental que uno tiene a la hora de decidir qué meter. No sé cuántos años llevo viajando... y sigo sin saber hacerla. Admiro a los que cogen cuatro cosas y listo. Más aún si son prendas básicas y de tendencia de esta firma, que es parte de nuestra cultura.
¿Cómo es tu relación con la moda?
Es como esa amiga loca que todos tenemos: la conoces de siempre, es una gran tía, la quieres y entiendes por qué hay gente sin capacidad para comprenderla. Pues miro la moda así, con complicidad, con cariño y con nostalgia. ¡Ya no puedo seguir su ritmo! Monologuista, escritora, decoradora e interiorista. ¿En qué momento decidiste diversificar así tu carrera? Ser modelo significa estar en la sociedad. Se quedan puertas abiertas y surgen nuevas oportunidades. Procuro mejorar y adaptarme a las circunstancias. Voy buscando y atreviéndome. No tengo una vocación en sí. No la tuve a los 15, cuando había que escoger entre ciencias y letras, ni a los 17, cuando había que elegir una carrera. Y sigo sin saber qué quiero ser de mayor.
¿Cómo es embarcarse en una empresa, Lo de Manuela, cuando estás a punto de dar a luz a tu hija Érika?
Para algunas madres puede ser una locura. Para mí es como pasarle a mi hija el aprendizaje vital que tomé de mis padres: que dar a luz implica dejar de ser tu prioridad número uno y que tan importante es cuidar de un hijo como intentar no perderte a ti misma.
Eres activa en Instagram. ¿Qué te aporta esta red social? Me divierte. Mi cuenta es muy natural. No me dedico a hacer
selfies ni te vendo un producto. Describiría mi perfil como
todo vale, todo cabe.
¿En qué punto te ves ahora?
Estoy asumiendo qué significa tener cuarenta y pico años, en la etapa de quitar hierro a los miedos que sufrí en las dos décadas anteriores, confiar en el propio talento, construir y atreverse. No te puedes pasar la vida cogiendo apuntes. Toca ponerse a hacer y a plasmar lo aprendido en algo que sea tuyo. En mi caso Àlex me ayuda a crecer, al tiempo que él crece conmigo. Es una persona a la que admirar. La química es indispensable en una relación. Debe haber un flechazo, una explosión, para que luego las cenizas y las brasas calienten.
¿El humor es un básico en tu vida?
Creo que es una actitud. Cuando tengo un día raro subo el volumen de la música. Ese gesto te permite cambiar las sensaciones. Es el mismo efecto que produce una sonrisa. ■
«SER MODELO ES ESTAR EN LA SOCIEDAD. SE QUEDAN PUERTAS ABIERTAS Y SURGEN NUEVAS OPORTUNIDADES»