ALTO Y BRILLANTE
La mente creativa de Dior Joaillerie nos cuela en su taller de sueños para presentarnos su nueva colección de joyas inspiradas en la ‘Haute Couture’.
Cara a cara con la diseñadora de Dior Joaillerie, Victoire de Castellane.
Victoire de Castellane (Neuilly-surSeine, 1962), directora artística de Dior Joaillerie, es tan especial como las creaciones que surgen de su maravilloso imaginario. Un flequillo lineal y unos looks en total black son parte de sus señas de identidad. «Creo que la ropa negra funciona como un joyero, consiguiendo resaltar lo que hay dentro», dice ella. En su universo brillan todo tipo de piezas de fantasía, entre las que hemos visto desde plantas carnívoras e insectos hasta calaveras. «Cuando diseño, pienso que aún tengo cinco años», asegura. «Me gusta afrontar una creación como los niños ven un juego, con la mente abierta y con la libertad que ofrece la infancia. Desde que estoy en la maison, he desarrollado varios temas relacionados con la casa, como el jardín de Christian Dior en Milly-la-Forêt, los excéntricos bailes de máscaras y, por supuesto, la más reciente, la Alta Costura; ellos son el punto de partida que empleo, y luego mezclo con mis propias inspiraciones, que provienen del arte, la fotografía, el amor, la sexualidad o... la vida misma». En su día a día, la creatividad y los metales preciosos han estado presentes de una forma natural desde muy temprano. De hecho, recuerda
«LA IDEA ER A CORTAR PEDAZOS DE ENCAJE DELAALTACOSTURA Y TRANSFORMARLOS EN JOYAS DE VERDAD»
que, con sólo cinco años, desmontó un par de pendientes que su madre le había regalado para construir otra pieza, y fundió las medallas religiosas que colgaban de uno de sus brazaletes para dar forma a su primer anillo. «Me parece que siempre quise ser diseñadora», cuenta. Heredé el amor por las joyas de mi abuela, Silvia Hennessy. Ella era un verdadero icono de belleza, una persona fascinante que las llevaba todos los días; combinaban perfectamente con sus outfits, y podía cambiárselas hasta tres veces al día. Iba impecable. Siempre aparecía con su barra de labios, y esmalte en manos y pies. No era una abuela en el sentido clásico de esa palabra, era más bien una heroína de Hollywood».
Una admiración femenina que comparte con la firma, gran amante de la mujer. En su última colección de Alta Joyería, bautizada como Dior Dior Dior, celebra su lado fuerte, romántico, feliz, sensual, libre... Y lo hace a través de piezas inspiradas en los diseños de Alta Costura de primavera-verano 2018, ideados por Maria Grazia Chiuri; especialmente, en el encaje. El resultado son sortijas, pendientes, brazaletes y gargantillas barrocas, en las que los diamantes y las gemas se tallan en forma de lentejuela, mientras que el oro (en tres colores) se trabaja con exquisitos calados que buscan el efecto guipur. Como ella misma explica: «He querido captar la sensación de ligereza que ofrece este tejido tan presente en la Haute Couture; y también las cintas, la seda, el drapeado... La idea tras esta nueva colección era cortar trocitos de encaje, colocarlos en la mano y transformarlos en joyas coloridas». Se abre así un nuevo (y precioso) capítulo en la historia de esta maison.
«YOTRABAJOCON UN TESORO QUE PUEDES LLEVARTE ENCIMA. VIVE EN TU PIEL Y ES ETERNO»