«Escucho, interpreto y tomo una decisión. Así empiezan mis diagnósticos»
Con 44 años de experiencia, Carmen Navarro es uno de los referentes en el mundo de la belleza en España. En 2019 inaugura nuevo centro en Madrid, que se suma al espacio de Sevilla y a los otros seis que tiene en la capital.
¿Prefieres los tratamientos manuales o eres más partidaria de la
aparatología? Sin duda alguna, me quedo con la combinación de ambas prácticas. Es el binomio perfecto. Para tener una piel bonita y joven, resulta fundamental hidratar y tonificar. Me fascina la técnica manual del masaje
kobido: las manos se mueven a un ritmo vertiginoso para estimular y conseguir un efecto lifting. Con aparatología es ultraeficaz el tratamiento
Remodeling Face, que, gracias a tres tipos de corrientes diferentes, contribuye a que los principios activos penetren mejor, se estimule la musculatura y se formen nuevas fibras de colágeno y de elastina. Además, ayuda a que los pómulos se reposicionen.
¿Recuerdas cuál fue el primer tratamiento de belleza que te hiciste? ¿Y el último del que has disfrutado?
La verdad es que no probé ninguno hasta que empecé a dedicarme a esto profesionalmente. Creo que el primero fue a los 34 años de edad: el tratamiento Remodeling Face. Cuando tengo tiempo (algo que es poco habitual), disfruto especialmente con Reset Massage; consiste en unos movimientos manuales en las zonas críticas, con el fin de desfibrosar y rejuvenecer los tejidos internos. Es uno de mis imprescindibles.
¿En qué consiste tu rutina diaria?
Es muy completa. Además de cosméticos, utilizo algunos gadgets faciales, como Dermaroller, de Swiss Clinic, un rodillo con unas micropúas que estimulan la regeneración cutánea, o Wishpro, que posee varias funciones (antiedad, calmante y exfoliante) y que utilizo en función de las necesidades de mi piel.