PISANDO FUERTE
La última colección de Salvatore Ferragamo tiene la huella de su nuevo director creativo, un zapatero que ha recurrido a la horma de la casa.
Corría el año 1914 cuando Salvatore Ferragamo daba sus primeros pasos en la industria fashion fundando su firma de calzado. Apodado el zapatero de las estrellas, pronto su creatividad le llevó a convertirse en un referente del estilo made in Italy y a lanzarse a por nuevos retos, extendiendo su savoir faire a todo un universo que ha crecido hasta incluir desde creaciones prêt-à-porter a toda una línea de bolsos y accesorios. Hoy, la historia de la etiqueta la continúa otro zapatero: Paul Andrew. El creador inglés unió su talento al de la casa en septiembre de 2016, cuando fue nombrado diseñador de la división de calzado, dando el salto, un año después, al universo ready-to-wear como responsable de las creaciones femeninas.
DE PIES A CABEZA, EL NUEVO DIRECTOR CREATIVO DE LA FIRMA BUSCA DISEÑAR PIEZAS QUE TRASCIENDAN AL TIEMPO
Finalmente, el pasado mes de febrero, Andrew se convirtió en el director creativo de Salvatore Ferragamo. Ahora el couturier dibuja una primavera-verano que une su visión contemporánea con el legado del fundador de la etiqueta. El color, la piel –sello de la firma– y las siluetas cuidadas protagonizan diseños en los que el espíritu working contrasta con materiales y acabados deluxe.
«Junto con Guillaume Meilland (diseñador de la línea masculina),
trabajo no sólo para atraer a todas las generaciones, sino también para servir de punto de conexión entre ellas», explica. ¿Su inspiración? Por supuesto, los zapatos: «El alma de la casa se encuentra en las creaciones de Salvatore, su genio nunca envejece. Son el punto de partida». Sí, una colección que promete dejar huella.
SILUETAS DE INSPIRACIÓN MASCULINA, ABRIGOS DE PIEL Y ‘PRINTS’ TROPICALES PINTAN UNA PRIMAVERA A TODO COLOR