Tu melena va cambiando con el tiempo. ¿Sabes adaptarte?
Reconócelo, tu melena ya no es la misma que hace unos años... Pero tranquila, hay rutinas de cuidado acordes a cada momento vital.
Eres consciente de que tu cutis cambia y de que debes incluir progresivamente activos más afines a sus necesidades, pero ¿qué sucede con el pelo? Aunque el cuero cabelludo es esa parte de la piel que tiene la misión extra de que tu melena crezca en condiciones óptimas, parece el eterno olvidado... Hasta hoy, que las investigaciones de Pantene afirman que la biología del cabello y de la dermis son similares: sus circunstancias varían en función del periodo vital en que se encuentran. ¿La solución? Hair Biology, una línea adaptada a cada etapa. A grandes rasgos, en la veintena los desórdenes propios de la edad se traducen
EXPERTOS EN ENVEJECIMIENTO HAN CREADO UNA COLECCIÓN ADAPTADA A LAS ETAPAS BIOLÓGICAS DEL PELO
en un pelo mixto (con raíces grasas, por la producción excesiva de sebo, y las puntas dañadas al llevarlo largo) que hay que limpiar en profundidad y nutrir sin apelmazar con ingredientes como el agua de rosas o el agua micelar. Cuando cumples 30, la actividad de las glándulas sebáceas hace aumentar la sequedad, el encrespamiento y la rotura. Así, los expertos aconsejan potenciar la elasticidad y el tono con ácido hialurónico, omega 9 y provitaminas. Ante el paso del tiempo y la suma de años de coloraciones que afinan la melena, la secan y la muestran dañada, lo ideal es optar por cócteles vitaminados con flor de loto y ácidos grasos que la reparen, la engrosen y reaviven su color. Por último, la biología única, rebelde y con tendencia a amarillear de las canas requiere de activos violetas cargados de antioxidantes, ricos en vitaminas y con aceite de jojoba para suavizar, aportar brillo y neutralizar los subtonos. Y hasta aquí la teoría. Ya sólo te queda adoptarla en tu rutina capilar y disfrutar de los resultados. ¿A qué esperas?