¿CÓMO LO SOLUCIONAMOS?
Existen muchos pequeños gestos que podemos hacer en nuestra vida cotidiana para reducir la presencia de plásticos en los océanos y en la naturaleza en general: desde usar bolsas de tela para ir a la compra hasta tener una botella de metal para el agua. Pero la pregunta de fondo es cómo nos ponemos en camino para resolver el problema de una vez por todas. Se la formulamos a dos expertos. Pilar Zorzo (presidenta de la Asociación Española de Basuras Marinas, AEBAM) «Dos estrategias deben ir de la mano. La primera es un cambio en el patrón de consumo, hacia uno más responsable. Elegir qué compras según el tipo de envasado que lleva, y escoger también dónde. Yo voy siempre a las fruterías en las que sé que no me dan bolsas ligeras para pesar la verdura. La segunda medida es gestionar correctamente los residuos, no abandonándolos en el medio ambiente y realizando una correcta selección en nuestras casas, porque hay un contenedor amarillo, y tenemos que hacer uso de él. Y es importante no decir esa frase tan socorrida: “Por una cosa, ¿qué más da?”. Cuando nos acostumbremos a reciclar bien, eso será tan inconcebible como hoy lo es fumar en un bar».
Alberto Vizcaíno (biólogo y ambientólogo) «Hemos de ser conscientes de que nuestras formas de consumo repercuten en cómo se ponen los productos en el mercado, y la línea es intentar favorecer otros más sostenibles, locales y que no dependan del plástico para el transporte. Desde verduras y frutas de agricultores de cercanía o legumbres a granel hasta ropa de algodón o de lana».