VOLVER A EMPEZAR
Con más de 40 años de carrera, Giorgio Armani analiza cómo será el futuro de la moda después de la crisis que lo ha cambiado todo.
Giorgio Armani analiza el futuro tras el coronavirus.
El mundo tal y como lo conocíamos ha cambiado. También el de la moda. La crisis del coronavirus estalló en Milán en plena Fashion Week. Mientras sobre la pasarela reinaba una aparente normalidad, una noticia sorprendía al sector fashion:
Giorgio Armani celebraría su desfile Otoño/Invierno 2020-21 a puerta cerrada. Por primera vez, los diseños del italiano recorrieron el Teatro Armani sin invitados. Eso sí, tan espectaculares como siempre. Poco después se decretó la cuarentena. La firma, con su fundador a la cabeza, no ha dejado de colaborar con la causa: sus talleres cambiaron el prêt-à-porter por las batas y mascarillas y ha donado más de dos millones de euros a distintos hospitales del país transalpino. Ahora, con el planeta casi al completo dando de nuevo sus primeros pasos, ¿quién mejor que el couturier y sus más de 40 años de experiencia para imaginar cómo será la industria tras superar la pandemia? Los grandes acontecimientos producen profundas transformaciones. ¿Cómo crees que cambiará nuestro día a día?
En este momento, estamos obligados a reimaginar nuestro modo de
«AHORA TENEMOS LA OPORTUNIDAD DE REAJUSTAR LAS COSAS PARA DISEÑAR UN HORIZONTE MÁS HONESTO Y HUMANO»
vida y de interactuar con los demás. Deberemos hallar soluciones innovadoras para reactivar la economía, pero también la cultura. Creo que sabremos convertir esta tragedia en una oportunidad. Lo importante es reflexionar sobre lo ocurrido y entender lo que no funcionaba. Y, después, trabajar juntos, porque sólo a través de una voluntad y un compromiso colectivos se puede pensar en el mañana.
¿De qué manera afectará todo lo que ha ocurrido a tu sector?
Como decía, puede ser una oportunidad. Siempre he pensado que la exigencia de mostrar cada vez más colecciones y ediciones cápsula no respondía a una necesidad real, con lo que saturábamos las tiendas: había demasiados artículos. Esta tremenda vivencia nos deja una enseñanza clave: tenemos que hacer menos y mejor, centrarnos en el valor del producto. Tras la Segunda Guerra Mundial estalló la creatividad, con hitos tan señalados como el New Look. ¿Puede darse una revolución parecida?
El sector debería aprovechar esta experiencia y revaluar sus prioridades con un enfoque responsable. Esta, en mi opinión, sería la gran revolución. La atención al medio ambiente debe ocupar un puesto central: sólo disponemos de un planeta, y nunca antes había sido tan indispensable recordarlo como ahora.
En un universo como el fashion, de actividad frenética, ¿qué supone un periodo de parón forzado como el vivido durante la cuarentena?
Siempre he sostenido que debemos frenar y abandonar ese ritmo altísimo que no se ajusta al mundo del lujo. El auténtico lujo requiere, sin duda, tiempo para realizarse y para apreciarse, y, por tanto, no puede ser fast.
«DEBEMOS FRENAR Y DEJAR A UN LADO ESE RITMO ALTÍSIMO QUE NO SE AJUSTA AL MUNDO DEL LUJO. EL AUTÉNTICO LUJO REQUIERE, SIN DUDA, TIEMPO»
¿Con qué mensaje debería regresar a la pasarela el mundo de la moda?
En este contexto de mera supervivencia, nuestra actitud ha cambiado: quizá la ropa nos parezca superflua y prescindible. Sin embargo, cuando todo esto termine, tendremos necesidad de belleza, y volveremos a apreciar las cosas sencillas de la vida. Seguro que compraremos de manera más equilibrada, que apreciaremos el valor de las piezas. Y la moda, la verdadera, recuperará su peso.
¿Cuál es la lección para el futuro?
No podemos cometer el error de hacer todo igual que antes. Se nos presenta la oportunidad de reajustar las cosas para diseñar un horizonte más honesto. El momento que estamos atravesando es dramático, pero podemos cambiar lo que no funcionaba, mejorar y recuperar una dimensión más humana. Tenemos la posibilidad de plasmar un nuevo presente, más a nuestra medida y menos orientado a las ganancias.