Yse hizo la luz
Entramos en el universo olfativo del maestro de la costura ELIE SAAB para conocer el ingrediente estrella de su nuevo perfume: la luminosidad.
Pausado, cercano, paciente, introspectivo y extremadamente atento. Así es en las distancias cortas el diseñador Elie Saab (Beirut, 1964): el perfecto gentleman y anfitrión. Nos encontramos con él en la suite de su hotel de Dubái, donde nos hemos citado para conocer en primicia su último lanzamiento, Le Parfum Essentiel, y vivir en primera persona la historia que hay detrás de esta fragancia. Porque, a pesar de pertenecer a un universo tan etéreo como intangible, las esencias son capaces de trasladarnos a destinos lejanos y de expresar las emociones más insospechadas. ¿La trama de esta nueva entrega? La necesidad de frenar el ritmo de vida tan acelerado que llevamos en las grandes ciudades para volver a nuestras raíces y reconectar con nosotros mismos. Un mensaje que ha cobrado actualidad en casi todos los rincones del planeta... Con tan sólo 9 años de edad, Elie Saab aprendió a coser, y muy pronto empezó
a diseñar sus primeros trajes de novia con manteles y cortinas que encontraba por su casa. Y, aunque el camino que recorrió no fue de color de rosas –ese tono que tan presente está en los icónicos vestidos vaporosos que desfilan sobre las alfombras rojas más aclamadas–, perseveró en su sueño y, poco a poco, fue forjando el imperio que es hoy su empresa.
Hace nueve años lanzaste tu primera fragancia y ahora regresas a ella con una nueva vuelta de tuerca: Le Parfum Essentiel.
¿Cómo ha evolucionado su carácter?
En cada ocasión tratamos de encontrar pistas nuevas que nos conduzcan a contar una historia diferente. En el caso de L’Essentiel
el secreto reside en la luz y en la luminosidad que desprende. De ahí que estemos en Dubái...
¿Qué tiene este lugar que no tengan otros?
Además de su luz, es una ciudad moderna y llena de contrastes, que te permite transportarte en muy poco tiempo al desierto y vivir una experiecia única.
¿Cómo se consigue esa nota luminosa?