ELLE

RICKY MARTIN

«NO TENGÁIS MIEDO A DECIR ‘TE AMO’»

- POR GEMA VEIGA. FOTOS: JWAN YOSEF

El rey del pop latino vuelve a escena con un puñado de canciones terapéutic­as.

Tras pasar por la depresión, el ICONO del pop vuelve con un disco sobre el poder de lo simple y una voz valiente que nos habla de su familia, el racismo y todo lo que deja atrás. Así es su nuevo ‘play’ tras la ‘pausa’.

Ricky Martin (Puerto Rico, 1971) necesita pocas presentaci­ones. Icono del pop desde que era un niño, es de esos artistas que convierten en éxito todo lo que tocan. Su voz es un poco la voz de todos. La trae de nuevo para llenar de buen ritmo este tiempo de improvisac­ión y encontrar algo conocido en este verano diferente. Su último trabajo se llama Pausa y es su disco más intimista. En él canta con Sting, Diego el Cigala o Bad Bunny canciones grabadas a distancia sobre vivir la vida loca a otro ritmo y disfrutar a tope de cada momento. Nos concede uno de media hora por videollama­da desde su mansión de Los Ángeles, donde vive con su marido, el artista sirio Jwan Yosef, y sus cuatro hijos. Y también donde ha vencido la depresión y la ansiedad a golpe de amor y música. Así se ve el mundo a vista de estrella. Antes que nada, da las gracias a tu marido, Jwan, por haberte hecho las fotos que nos sirven para ilustrar esta entrevista. ¡Sí! Fue él quien se propuso. ¿Cuántos más selfies podía hacerme yo? (Ríe). Jwan es artista conceptual, con maestría en Bellas Artes. Pasó por las mejores universida­des del mundo. Tiene un gran talento para la imagen porque para su trabajo debe hacer muchas fotografía­s.

¿Qué nos quieres trasmitir en estas en las que te muestras a través de su mirada?

¡Casi no quería ni enseñar mi cara! Una situación como la que estamos viviendo nos enseña que lo material no nos sirve de nada. ¿A quién le importa lo que tengamos si estamos encerrados? Es momento de enseñar nuestra vulnerabil­idad. Por eso posé con mi torso desnudo en casa delante de un muro. ¿Sabías que para muchas filosofías tocar con la frente una pared o ponerla contra el suelo significa hacer un eslabón para estar más cerca de Dios? Así que le dije a Jwan: «Vamos a hacer unas fotos en las que yo esté prácticame­nte meditando». Mi espalda representa el pasado, que lo he dejado atrás porque me pesaba. Siento que lo que llega tiene que ver con derrumbar nuestros viejos muros y crear nuevas leyes de vida. Esa foto de espaldas y su simbolismo también será portada de mi disco. Háblame de él.

Empecé a escribirlo hace un año, pero lo grabé durante el confinamie­nto. Siempre supe que tenía que empezar con Simple, la canción con Sting. «Las cosas grandes siempre son simples», dice. Fíjate que, a pesar de haber sido compuesta hace nueve meses, lo que cuenta es algo muy relevante, que tiene que ver con dónde estamos hoy. Y el mensaje que nos da la vida.

¿Cómo se hace un álbum lleno de colaboraci­ones tan prestigios­as a distancia?

Lo que pasó en la cuarentena generó un proceso creativo mágico. Nos comunicamo­s en plena pandemia, cuando no teníamos ni idea de lo que iba a pasar, la incertidum­bre abrumaba y todos estábamos igual de locos. Ahí es donde dije: «¡Vamos a convertir esta locura en música!». Y eso nos sirvió a todos como bálsamo.

La música como terapia.

¡Sí! Para mí hacer música es psicoanáli­sis. Y en la cuarentena me ayudó a aliviar la ansiedad y los momentos de depresión.

¿Qué te gustaría que fuese para los demás?

Mi hermano, que es alguien muy espiritual, un hombre en búsqueda constante, me llamó y me dijo: «Empecé a escuchar tu nuevo disco a las seis de la mañana y me he quedado con una calma y una paz que me ha durado todo el día». «¡Pues con eso que me dices ya me hiciste el día a mí!», le contesté. Tu música siempre ha sido muy vitamínica.

¿Es una intención o es algo que te sale sin querer?

Yo creo que en el proceso creativo no puedes tener expectativ­as porque a veces llega lo que quieres, a veces no llega y otras, cuando llega, es totalmente diferente de lo que habías ideado. ¿Que mi música ha servido de aliento a través de los años? Te puedo decir que aunque esa no ha sido

Lo que ha pasado nos muestra que lo material no sirve de nada. ¿A quién le importa lo que tengamos si vivimos encerrados? Toca derrumbar viejos muros y crear nuevas leyes de vida

una intención, lo que sí parece es que yo necesito decir estos mensajes para convencerm­e de una realidad positiva. Creo que la gente siente lo que escribo porque yo paso por ahí. En Pausa pasas por el flamenco a través de Diego el Cigala. Vuestra inspiració­n en mí es de impacto. ¿Sabes qué pasa? Cuando yo tenía 12 años mi primer productor era de España. Aunque hace muchísimo que no le veo, su influencia sigue en mí. Y ahora, jugando con Diego, me puedo dar la libertad de experiment­ar un poquito más. Yo nunca he sido purista, pero me acerco al flamenco con todo el respeto del mundo. Ese abrazo fraterno en este disco por parte de un maestro como Diego me hace sentir muy protegido.

Tienes una segunda colaboraci­ón made in Spain, esta vez con el flamenco más experiment­al de Raül Refree. ¡Me encanta el trabajo que ha hecho en mi disco! A Raúl simplement­e le dije: «Yo no te quiero influir, haz sólo lo que tú quieras, porque lo que me has presentado me ha volado la mente». Ahora me gustaría que viniese a Puerto Rico en algún momento para poder crear juntos fusión. Sé que esta es la primera vez de muchas que voy a trabajar con él.

Los comienzos de Rosalía fueron a su lado. Hoy ella es nuestro gran fenómeno.

¡Y también para el mundo! (Ríe).

¿Cómo ves el horizonte para que volváis a darnos la experienci­a de la música en vivo?

Yo no he cancelado mi gira. Estoy seguro de que regresarem­os a tocar, a dar esa experienci­a cultural. Vamos a encontrar una fórmula para que todo el mundo esté seguro. No hay prisa, porque yo pienso estar en esto hasta la ridiculez (ríe de nuevo). Sencillame­nte, no me quiero imaginar sin pisar los escenarios. No me interesa esa opción... ¿Sabes? Creo que ahí fue donde se activó de manera intensa mi ansiedad. Imagínate, actuar es lo que he hecho toda mi vida, y de repente eso ya no existe. ¿Lo entiendes? Al menos la informació­n que tenía al principio de la pandemia decía que eso ya no iba a volver nunca más. Así que hoy estoy más en calma. Un paso y después otro.

Más allá de lo que se pueda haber perdido, ¿qué hallazgos personales te ha traído el tiempo de pausa?

¡Aceptar que soy un controlado­r terrible! Y te aseguro que he trabajado en ello muchísimo. Antes en las entrevista­s siempre aseguraba: «Yo soy de delegar, de que todo el mundo opine, me encantan los consejos...». Esta vez no. Esta vez tengo que decirte que me he dado cuenta de que necesito controlar. Cuando estás acostumbra­do a trabajar con un itinerario de lo que será los dos siguientes años de tu vida y todo eso se cae, ves las cosas mucho más claras.

Además de las que ves en ti, ¿qué cosas ves claras en estos momentos en la sociedad?

Que no podemos seguir siendo tan arrogantes. La vida nos está diciendo a todos: «Vete a tu casa, la forma en la que estabas haciendo las cosas ya no funciona. Y, si regresas ahí fuera con la misma actitud con la que entraste, os vamos a meter de nuevo una largadita de tiempo». Fíjate que es justo lo que está pasando con este sube y baja de contagios. Yo creo que hay que saber que sí vamos a acabar con el corona,

aunque, mientras tanto, nos lleva la delantera. Conocemos muy poco de sus debilidade­s. Es cierto, que se tienen que abrir los países, que la economía es importante, pero tengamos mucho cuidado. Con que nos lavemos las manos 20 veces al día como decían las abuelitas y comamos sano para fortalecer nuestro sistema inmunológi­co, vamos a estar bien. Mientras, mi responsabi­lidad es dejar de pretender que las cosas sean como yo quiero y estar en casa con mis hijos dándoles la informació­n necesaria para que no sientan miedo. Eso, y vivir un día a la vez.

En tu Instagram, con casi 15 millones de seguidores, acabas de publicar por primera vez una imagen de toda tu familia ¿Cómo ha sido la llegada de una chica al clan?

Una niña con dos papás y tres hermanos: ¡será la dueña del mundo! De hecho, Lucía ya se queda con todos y no tiene ni un año. ¿Estamos listos? No lo sé. Pero estamos muy felices.

Me levanto a las seis de la mañana para estar a solas en el silencio de mi casa y practico ‘kriya yoga’. Después, a las ocho, llegan mis cuatro hijos y su sonrisa termina de resolverlo todo

¿Cuáles son los mantras de Ricky Martin?

El silencio. A mí me hace mucho bien. Todas las mañanas me levanto a las seis de la madrugada a solas en mi hogar. Esto para mí es muy importante. Algo casi religioso. En ese proceso sin ruidos en el que me estoy preparando el café es cuando llegan los pensamient­os que me permiten resolver las cosas de cada día. Luego hago kriya, que es un yoga muy simple que descubrí cuando viví hace años en la India. Consiste en una meditación basada también en el poder de estar callado. Después de todo esto, sobre las ocho de la mañana, estoy listo para conquistar el mundo. Esa es la hora a la que llegan mis hijos y su sonrisa es la que me lo termina de resolver todo. Así que hay que pasar por la depresión porque es parte del proceso de vivir, pero, en mi caso, por poquito tiempo, porque no me dejan (risas). El mejor piropo de un fan hoy por hoy es... «¡Estás musicaliza­ndo mi cuarentena!». Eso es lo mejor que me pueden decir.

Tu poderosa voz además está sirviendo para apoyar el antirracis­mo. ¿Has sentido el prejuicio en piel propia? Yo, un hispano, gay, casado con un hombre árabe, viviendo en Estados Unidos en la era de Trump. No es fácil. No lo es. Pero yo no soy una víctima. Al contrario. Vamos a utilizar nuestra voz para todos aquellos que no son escuchados. Para esas minorías que sienten dolor. Como es el caso de la comunidad negra. No sólo en este país, sino en todas las partes del mundo. Nos tenemos que dejar ya de hipocresía en nuestros actos y en nuestros comentario­s. Porque el racismo sistémico está latente en ellos y hace daño. No podemos seguir diciendo en broma ¡ay, jodido negro! o ¡jodido maricón! sólo porque es así, porque es mi amigo y a él no le molesta. Estas frases están cargadas de mucha sangre porque son las mismas que escucharon todas las víctimas del odio antes de morir o antes de desmayarse por un golpe. Así que basta. Basta. Y es muy difícil aceptar que hemos tenido actitudes racistas. Pero es de valientes hacerlo. Yo no puedo cambiar el mundo, aunque sí puedo cambiarme a mí y a mi familia. Aceptar que con mi palabra he hecho daño sin saberlo. Ahora quiero ayudar. De hecho, has creado un hashtag que dice: «Sigo aprendiend­o». ¿Qué es lo último que te ha enseñado la vida?

La verdad de todo es que venimos aquí, a este mundo, pero no sabemos dónde vamos a estar mañana. ¡No tengáis miedo de decir te amo! A mí la vida me ha enseñado a decirlo hoy más que nunca. ¡Por Dios! Qué importa ya en este punto en el que estamos. ¿Qué vamos a perder por decir te

quiero, te amo, te extraño, hasta la cursilería? Creo que nos habíamos vuelto muy duros como mecanismo de defensa. La pandemia nos ha dado un palo, pero también otra oportunida­d. Creo que ahora la construcci­ón de la nueva vida sólo puede hacerse a base de cariño, de honestidad, de transparen­cia y de un espíritu de comunidad sólido para ayudar a los demás. Eso es lo que nos queda. Solos no podemos salir de esta. La vida nos lo está diciendo a gritos. El mundo cambiará cuando nosotros cambiemos. Y yo estoy en ello. Gracias por este rato de charla.

Más gracias por permitirme llegar a vuestra gente y ojalá que la próxima entrevista pueda ser en persona. Mientras, os mando mucho amor. ■

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? «Para mí hacer música es psicoanáli­sis. El disco que grabé durante la cuarentena me sirvió de alivio a la ansiedad y la depresión»
«Para mí hacer música es psicoanáli­sis. El disco que grabé durante la cuarentena me sirvió de alivio a la ansiedad y la depresión»
 ??  ?? «Qué vamos a perder por decir ‘te quiero, te amo, te extraño’? Construir una nueva vida sólo es posible desde la honestidad»
«Qué vamos a perder por decir ‘te quiero, te amo, te extraño’? Construir una nueva vida sólo es posible desde la honestidad»

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain