Borja Vilaseca, escritor, divulgador y empresario
La filosofía le salvó la vida. «Tuve una infancia traumática y una relación muy tormentosa con mis padres. A los 19 años, toqué fondo. Fue un momento de mucho dolor. No le encontraba sentido a nada. Todo me parecía una farsa. No me suicidé, aunque lo pensé mucho. Tampoco me mediqué, ni fui al psicólogo. Así que, para salir del infierno, empecé a leer, a escribir y a apasionarme por la filosofía», cuenta Borja Vilaseca (Barcelona, 1981). El escritor, conferenciante, profesor y creador de proyectos pedagógicos orientados a promover un cambio de paradigma en la sociedad y el sistema educativo, descubrió en su peor momento el Eneagrama, una clasificación de la personalidad que revolucionó su mundo. «Entendí lo que era el ego, los pensamientos, saber cómo gestionar las emociones, la importancia de mirar hacia dentro. Fue un despertar tremendo que intento compartir con el máximo número de personas». De hecho, él mismo reconoce que su sueño es que llegue un momento en el que todos nos convirtamos en nuestro propio guía. «Que las personas se conozcan, que sean escépticas y adquieran conocimiento y sabiduría para liderar su propia vida. El autoconocimiento, entendiendo quién eres y cómo funcionas, es dolorosísimo, pero es el único camino». Para ello, ha publicado cinco libros –el último, Las casualidades no existen–, y recorre el país dando conferencias. «El sistema nos proporciona anestesia, parches, entretenimiento para no vivir despiertos, empoderados. El enemigo es el autoengaño. Sufrir es un requisito fundamental para iniciar el cambio. La ansiedad, el estrés, la angustia, la soledad, no son más que una desconexión profunda con quien verdaderamente somos».