«CUANTO MÁS TRISTE ES EL TEMA DEL QUE ESCRIBO, MÁS NECESITO LA LUZ»
Para la escritora Elvira Sastre trabajar con luz natural no es solo una fuente de inspiración, también le ayuda a disfrutar de cada día de su vida.
Es una de las poetas más jóvenes e interesantes del panorama nacional. Seguramente, te suena por Dias sin ti, con el que consiguió el premio Biblioteca Breve o por Baluarte, uno de los libros de poesía española más vendidos en los últimos tiempos. Con solo 30 años Elvira está logrando un lujo: dedicarse a lo que le apasiona y poder vivir de ello. Hablamos con la escritora de las claves de su éxito y de esos pequeños gestos y trucos que, día a día, la llevan a triunfar en la vida.
¿Cómo es ese lugar especial donde creas poesía?
Sobre todo, luminoso. Tengo un estudio en la estancia con más luz de la casa y con vistas a árboles, a naturaleza. Esa luminosidad y contar con mis libros cerca me da mucha seguridad a la hora de escribir y me garantiza la concentración.
¿A qué te ayuda la luz?
Como escribo cosas muy emocionales y exploro sentimientos un poco incómodos: la tristeza, la rabia, historias dramáticas... necesito la luz para contraponer todo eso. Esta búsqueda la aprendí después de la pandemia, cuando me tocó escribir una historia muy dolorosa en un despacho bastante oscuro y terminé hecha polvo. A partir de ahí me mudé en busca de un espacio luminoso, como este. Cuanto más tristes son los temas que voy a escribir, más necesito la luz.
¿Escribes todos los días, o necesitas estar en un
mood determinado para crear?
Pues depende de en lo que esté trabajando. Si es poesía y me viene una frase, dejo lo que esté haciendo y me pongo con ello. Pero si estoy con narrativa tengo que buscar la inspiración: me encierro en mi estudio, escucho música instrumental, bandas sonoras, leo poesía para inspirarme... Necesito un ritual para entrar en el mood de lo que estoy creando.
¿Y para perseverar?
Cuando estoy con una historia que me cuesta, que es un fantasma que me puede doler, intento darle un sentido a lo que me pasa o a lo que me hace daño por medio de la escritura. También me ayuda mucho hablar con mi psicóloga para intentar entrar en temas complicados o negativos de la forma menos tóxica posible.
¿Cómo desconecta una escritora como tú?
Leyendo por placer –sin pensar en la inspiración que me proporciona para escribir–, paseando en el campo con mis perros, jugando con amigos a juegos de mesa... Con cosas muy sencillas.