Jaime Hayón
ARTISTA MULTIDISCIPLINAR
«Me gusta ver el arte como un lugar donde se pueden depositar sueños, ideas y sentimientos»
Con su fina sensibilidad ha sabido trasladar las obras de arte del lienzo al mobiliario, al diseño textil, al interiorismo... Es un genio reconocido con decenas de premios internacionales, incluidos varios Elle Decoration International Design Award, y su talento no ha pasado desapercibido para las publicaciones de arte y diseño más reputadas. ‘Wallpaper Magazine’ lo incluyó en su lista ‘Top 100’, reconociéndolo como uno de los creadores más influyentes de la última década. Y ‘Times’ le ha calificado de visionario e icono.
Su obra no está al alcance de cualquiera. Poseer piezas únicas firmadas por uno de los creadores españoles más internacionales y prestigiosos del mundo es un privilegio reservado a unos pocos, aunque el artista madrileño considera que el lujo no tiene por qué ser siempre una cuestión de dinero. «El diseño es algo que está presente en cada aspecto de nuestra vida, ya que los objetos que tenemos alrededor han sido pensados para hacernos la vida mejor. Todas las personas, de un modo u otro, poseemos estas piezas de diseño. Yo las hago de diferentes tipos. De hecho, las colecciones para firmas como & Tradition, PaolaC, Bosa o Zara, entre muchas otras, son fácilmente alcanzables», remarca. Pero si por algo es conocido Hayón es por crear objetos con alma y exclusivos; no hay más que ver sus colaboraciones para Bisazza, Lladró, Cassina o Baccarat. Desde sus comienzos, ha ido configurando un universo propio, absolutamente personal, y esa forma tan singular de entender la creación le ha valido un nivel de reconocimiento extraordinario. Y también algunos encargos un tanto extravagantes: «Quizás se pueda considerar surrealista una instalación con un Pinocho payaso de 10 metros de alto, o un avión realizado en mosaico cerámico, o una escultura que sujeta su propia cabeza... Si es así, el surrealismo es para mí una gran parte de la realidad», reflexiona. Hoy en día, gracias a su particular lenguaje de formas depuradas y divertidas, su obra cotiza al alza. ¿La clave para lograr el éxito y subirse al pódium de los grandes? «En mi opinión, trabajar la marca es trabajar bien: darlo todo, proponer y esforzarse en realizar cosas de una manera distinta. Y también es muy importante saber comunicar, que el mensaje sea coherente con el diseño es fundamental», desgrana. Se ve que disfruta con lo que hace y ese es –dice– el mayor lujo que se permite: «Para mí es un privilegio poder vivir haciendo lo que me gusta. Disfruto y me da satisfacción, por lo que me siento afortunado. No creo que el lujo sea sinónimo de algo material ni caro. Para mí la libertad es el lujo supremo. Mis caprichos son las cosas que me permiten vivir mejor y compartirlo. Entrar a una tienda de lápices, libretas y material de arte y poder escoger lo que me gusta». ¿Sigue siendo el arte un concepto elitista? «Yo no analizo el panorama. Me dedico a ser y hacer lo mío», asegura.